miércoles, 22 de diciembre de 2010

EL AVIÓN DE GUERRA


A la tarde, luego de llegar del colegio, encendió, como de costumbre su computador e instaló, por medio del programador el nuevo juego que compró camino a casa, lo guardó en mis documentos. Icaro's Ice se llamaba su nuevo vicio que le acompañaría esa tarde.


Escoja enter o salir, eligió el primero, escoja el tipo de avión, se motivó por un militar, a Alberto desde pequeño le gustaban los aviones de guerra, soñaba con volarlos y destruir campos guerrilleros, pero estudiaba para graduarse del colegio fiscal y no podía pensar en grande.


El ordenador le pidió una clave, había puesto el de su equipo preferido, Manchester, luego un link le indicaba si jugaba él o la computadora, perturbado presionó con el mouse eléctrico dos ticks para él poder jugar. Se puso los lentes tridimensionales. Se vio dentro de un avión de guerra, qué buen juego adquirí, se decía, y por un buen precio.


Empezó el juego y veía la ciudad, su ciudad, debajo de él, sin entender aplastaba un botón que pedía viraje. Dio dos vueltas de contorno y su estómago se estremeció haciéndole saltar. Disfrutaba, toda su ciudad se presentaba ante él como una cucaracha.


Encendió una pantalla que había en el tablero del avión, a lo lejos veía montañas, edificios. Una radio le pedía los datos, por el contestador respondió; era como estar en un avión real, el aeropuerto, una operadora, era genial. La radio le llamaba coronel Alberto Zapata, conteste, era su nombre, increíble el juego. Si aló, el coronel Zapata del otro lado, con una sonrisa que invadía su cuerpo. Deme la clave de aterrizaje coronel, cuál clave si él no conocía ninguna, déjese de tonterías, mi clave es Manchester campeón, sonreía socarronamente mientras disfrutaba del juego, coronel esto no es juego, está a treinta...


No le había dejado de hablar a la voz que de la radio percibía y se dio la vuelta para ver si existía alguna batalla, algún guerrillero que matar. ¿Pero qué jugo era éste que conocía su nombre si solo el ordenador le había pedido su contraseña? ¿Cómo el juego conocía su ciudad?. Timorato, el nerviosismo cobraba vida en su mente.


Dejó el volante y sintió que el avión se precipitaba a tierra y un botón rojo alertaba con un sonido torrencial, alerta, alerta, alerta, avanzó el timón hacia arriba y el avión comenzó a subir, el botón rojo se había tranquilizado. Con el timón dio otra media vuelta y la voz de la radio otra vez comenzaba a resurgir pávido. AE4 a avión de práctica de guerra, déme su códice por favor. No contestaba porque no sabía que le pedía esa voz extraña.


Sintió por la ventana del avión a su ciudad. Cogió la radio y avizoró que se encontraba en Quito. La voz abruptamente contestó, a qué altura está volando, Alberto qué iba a saber, a lo mucho sabía multiplicar, estoy cerca del cielo, cerca de dios. La vos como sorprendida, coronel qué es lo que dice, a qué altura responda.


Cansado de este juego trató de sacarse los lentes tridimensionales, pero antes de realizar esa acción, divisó su barrio, la calle por la cual caminaba a su casa, sus árboles, al vecino correr al metro, recordó la llegada a su casa, su madre que le recibió con un beso en la mejilla preguntándole cómo le había ido en el colegio y a él sin importarle, solo por ir a jugar en la computadora, todo se borró en mar y viento, no vio nada más, un humo blanco se apoderó de la ciudad, apagó la radio y la pantalla, y, extrañamente observó su casa, el edificio que hace un par de años era su domicilio.


Se sacó abruptamente los lentes tridimensionales y se vio sentado frente al ordenador, un bullicio salvaje, parecido al romperse de un espejo contra el suelo sintió cercano. Lo había entendido y salió corriendo ante la sorpresa de su madre que en ese momento le pasaba el almuerzo, solo avanzó a decir corre mami, corre mami.


Las miradas de los vecinos lo catagolaban como loco, mientras un avión de guerra de la armada ecuatoriana se precipitaba contra un edificio en la Avenida González Suárez, destruyéndolo por completo, a las afueras del edificio, Alberto solo atinaba a decir, mi mami no pudo salir.


Por Cristian López
Del libro: El Silencio de las Golondrinas

lunes, 6 de diciembre de 2010

LA REVISTA LITERARIA, forma de expresión literaria en los años 80







Suena el despertador, como en todas las mañanas de nuevo a la rutina. El trabajo. Preparar el desayuno. Momificar mi descanso. Aspavientar mi soledad. Salir a la calle. Mirar gente ir a prisa, sin un lugar fijo. Saber que la muerte está cerca a nosotros, nos espía sigilosamente. Con un libro bajo el brazo me someto a desempolvar la memoria. Ese es mi día; tal vez, la de muchos.


Escribir, reescribir. Todo para perpetuar mi vida en una hoja blanquesina. Quizá con el tiempo cambie su color, quiza con el tiempo me daré cuenta de mi existencia. Ya decía Robertson Davies, en la novela La Lira de Orfeo: "El cantante de ópera (en este caso el escritor) es una persona común y corriente, la única diferencia es que nos muestra su alma".



Por todo eso, siempre he tratado de indagar ¿Cuál es el quid del escritor, esa esencia fundamental en la desgarradura de la noche? ¿Para qué escribir? ¿Cuál es la razón de llenar stands de libros, algunos viejos, otros incomprensibles, algunos permanecerán intactos?



En la revista Sophia encontré una frase de Roland Barthes, cito: "consideraba que el escritor moderno es alguien y algo, que nace a la vez que su texto; no está provisto en absoluto de un ser que preceda o exceda su escritura, el escritor ya no tiene pasiones, humores, sentimientos, impresiones, isno un inmenso diccionario. La lecturaes el trabajo sobre un lenguaje que res...iste a la dispersión de los recorridos posiblesdel sentido y también "leer es hacer trabajar a nuestro cuerpo". La historia de los libros, la historia de las letras y los cuerpos es la historia del mundo, o al menos parte de ella."





***





América Latina entra en una etapa de transición, concibiendo que en Cuba, se da la revolución en 1959 y esto genera cambios a nivel político, social, económico e ideológico. Esta implicación cultural se une a las letras.



En primer lugar, se generan los talleres literarios, hablamos en el año de 1962, en la Universidad de Cartagena, en Colombia. Aquí se erige el primer taller literario y cultural. Tanta aceptación tienen los talleres que en universidades de Latinoamérica, háblese México, Cuba, Nicaragua, en los años 70 son parte de los pensums de estudio. La iniciativa es generar en las personas la creatividad y la criticidad.



Ecuador integra a ser parte de los talleres literarios a finales de los años 70, inicios de los 80. Es el Frente Cultural que plantea un manifiesto insurgente tejiendo la apertura de talleres de investigación y producción de prácticas culturales sediciosas contra el poder político que hace mella en la sociedad.



Es Tientos y Diferencias, y La Pedrada Zurda que hacen notar sus textos irreverentes. Cito de la revista La Pedrada Zurda, de su compendio de 25 años de labor artística y catártica. "La revista y el Grupo La Pedrada Zurda se fundó en Quito en 1978, luego de que, en el año de 1975 la poesía de principio político-literariohabía sido perseguida, había padecido prisión, había sido torturada e incinerada. La coincidencia de opiniones ideológicas de jóvenes artistas u poetas del entonces y sus formas de actuar y difundir su obra contra la dictadura, hicieron de manera contundente, que se cree un enjambre colectivo, opuesto al mundillo tránsfuga de los intelectuales..."



En el año 1982, bajo la guía de Miguel Donoso Pareja, se erige el taller literario como una forma de conocimiento totalmente objetivo.




Pero, ¿qué hace de diferente los talleres literarios en el Ecuador?



Que sus integrantes tenían que decir algo. La situación política y social que se vivió en la década de los 80 dio lugar al surgimiento de grupos literarios que buscaban "dar una nueva visión al quehacer literario en el apabullado país", dice Alfredo Pérez Bermudez.




Así es como lo van entendiendo los integrantes de los diversos grupos literarios. Vieron la necesidad de crear un camino donde poder comunicarse con sus semejantes, bajarse de la luna donde el poeta es un ser inquebrantable, un ser que boceta sus versos inspirándose en las náyades, en las musas solitarias que rondan su cuarto. En el plagio de los poetas malditos.



Es ahí donde radica la función de estos escritores, que bajo diferentes perspectivas, rescatan a la poesía, hasta ese entonces secuestrada por labradores de la palabra en las ínfulas más pequeñas y burguesas. Y es la poesía el camino por donde estos escritores rasgarán el fósforo: "Poemas las 24 horas, de lunes a domingo; porque como decía mi abuelito Nicanor: NO PODEMOS VIVIR SIN POESÍA. Poemas que ayuden a vivir o a sobrevivir: fresquesitos como el pan de las seis, con kilos de sal quiteña, chugchu cara y mote pillo". (Citado de la revista matapiojo n°1, 1985). Estos escritores sabían lo que hacían, entendieron que la poesía, parafraseando a Tristán Tzará, no debe ser ese producto escrito sino una forma de vida.


Y es la revista ese producto por donde se socializa los medios de producción literaria. Y es la revista literaria por donde van surgiendo nombres de diferente cualidad. Y es la revista literaria donde los sueños de emancipación van surgiendo.


***


Es en un bar de la Facultad de Jurisprudencia, en la Universidad Central del Ecuador, donde Tientos y Diferencias cobra vida. Galo Galarza, Ramiro Arias, Alicia Parra, Francisco Torres, Iván Egüez, Raúl Pérez Torres, Érika Silva, entre otros forman un grupo donde comprenden que el escritor comete errores y es compromiso el enderezarlos, así lograr que el escritor influya sobre el texto.

Se crea la revista Tientos: arte y cultura, en la parte posterior de la revista dice: "Tientos hace un llamado a los compañeros vinculados al Arte y la Cultura, a fin de ir a la confrontación del Frente de los trabajadores de la Cultura del Ecuador" comprometidos con la realidad social, participan en esta revista, escritores como Ernesto Cardenal, Agustín Cueva, Luis Cardoza y Aragón, de Guatemala, y el premio Casa de las Américas, Roberto Sosa.

Y lo sostiene Pepe Torres: "Nuestra propuesta también defiende la cultura para las grandes mayorías".

Con un sentido, totalmente opuesto, surge la revista La Pedrada Zurda, integrada por gente joven: Diego Caicedo, Diego Piñeros, Bruno Pino, Héctor Cisneros, con un lenguaje popular, quieren dar identidad a un pueblo. Así, comienzan a organizar recitales en plazas, representaciones teatrales, básicamente, hacen una manifestación popular de la cultura. Y es en la revista donde se ve reflejado todo el fuego catártico de la expresión artística y espontánea.

Con ironía recarga uno de los grupos combatientes y a la vez donde los poetas callejeros afloran: "tun tun ¿quién es...? La Pedrada Zurda y sus cien mil páginas ¿Qué quiere? Queremos decirle muchas cosas. Pero, primero un abrazote por el encontrón" reza en la revista n°2.


Leamos un poema de Leopoldo Tobar:

América Mishqui



En las madrugadas de cera y capulí

Estoy, como siempre, con alguna

Tonada y el atatay

En los labios

Charlando con los paisanos de América Mishqui,

Sara colorado mi carajo

Rústica mi lengua

Coplero de coplitas chiraposas

Nadie me dio pite letra

Ni un bocado de horchata en la merienda

Es un gran ejemplo donde el lenguaje popular se funde con la identidad de un pueblo. La Pedrada Zurda lo intentó, así los grupos elitistas lo quieran negar.

En el año 1985 se disuelve el grupo de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, habían pasado tres añso y el proceso debía continuar fuera del taller. Así, empieza una proliferación de talleres que no tienen las características del taller madre, aunque aplican sus principios metodológicos en forma general. Nacen de esta manera La Mosca Zumba, Matapiojo, Lapequelalulupa, Balapalabra, Contextos, Pablo Palacio, entre los más importantes, la mayoría con coordinaciones colectivas, al contrario de lo experimentado en el Taller de la CCE.

Huilo Ruales Hualca funda el taller La Pequeña Lulupacon el objetivo de que un escritor debía ser el escribir bien. Dice Alfredo Pérez Bermúdez: "Al principio el objetivo era una revista, íbamos a ponerle "Lalupa", pero como hablamos del formato y a ver si hacíamos una revista chiquita, etc. sale Lapequeñalupa, y no, mejor "Lapequeñalulupa"; entonces logramos que sea las dos cosas, que sea una Lupa peuqeña por un lado y por otro que signifique el asunto del personaje de los cómics, como un símbolo".

Bajo la guía de Gustavo Garzón surge la revista La Mosca Zumba. En la editorial de la revista n° 2 dice: "Entonces, su vuelo quiere hacerse eco de un antiguo grito, unidos zumbaremos, divididos caeremos; pero, en este país la unión no puede ser aselectiva porque se corre el riesgo de unirse a insectos que lo que en realidad hacen es ser parte de la etiqueta del pix o del baygón".

En la revista La Mosca Zumba surgen nombres como: Gustavo Garzón, Rubén Darío Buitrón, Ramiro Pérez, Pablo Salgado, Byron Rodríguez, entre otros.

Para ir llegando a la parte final voy a retomar un poema-manifiesto:


Estos versos no están cargados de ironía.

Irónica su abuelita

Si leyera nuestros poemas.

Poesía joven, nueva, fresca. Poemas recién salidos del horno

Poesía / hecha / a / mano

Y en la puerta del taller un letrero avisa: NO MOLESTAR. POETAS TRABAJANDO / reparamos toda clase de poemas, serruchamos frases de cajón o empapelamos su tristeza en un minuto, iniciamos los preparativos para la lucha amada, para la lucha alada, para la lucha o nada / nos burlamos de todo / menos de usted.

Así surge la revista Matapiojo, netamente poética, con tintes surrealistas, donde en cada texto se sobrecarga toda la concepción del mundo de un creador, quí la literatura es ideología.

Y si Diego Velasco se pregunta nuevamente qué nos dejaron los años 80. Sí quizá revistas, libros, grupos, pero lo más importante, nos abrieron un camino, nos dieron ese fósforo que debemos prender cuando el poder quiera oprimirnos. Nos dejaron sueños, utopías.

Gracias a los señores de los años 80.



domingo, 21 de noviembre de 2010

CRISTIAN LÓPEZ EN EL III FESTIVAL DE POESÍA JOVEN ILEANA ESPINEL CEDEÑO


Los día 23, 24 y 25 de noviembre se dará en en la ciudad de Guayaquil, el III Festival de Poesía Joven Ileana Espinel Cedeño, donde poetas de varias ciudades del país intenvendrán, entre ellos Cristian López (Quito, 1985).

Su participación será el miércoles 24 de noviembre junto a poetas como: Freddy Ayala Plazarte, Ana Minga, Laura Nieves, y Andrés López.

sábado, 6 de noviembre de 2010

INVITACIÓN




II ENCUENTRO DE TALLERES, GRUPOS LITERARIOS Y ESCRITORES

JÓVENES GUSTAVO GARZÓN, ORGANIZADO POR TALLERISTAS DE LA

CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA:





"La primera mosca entró al dormitorio cuando abrió la ventana

para que el aire de la mañana expulsara al de la noche. Salió

a comprar el periódico"

GUSTAVO GARZÓN G.



Nació el 8 de junio de 1958. Desaparecido el 9 de noviembre de 1990. Licenciado en Estadística y Banca de la Universidad Central y egresado de literatura doctoral, de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador.

Sus trabajos literarios han aparecido en las siguientes obras: Libro de posta, Editorial El Conejo, 1983; Quito, del arrabal a la paradoja (antología), Editorial del Municipio de Quito, 1985; Coplas populares del Azuay, Editorial El Conejo y Departamento de Letras de la PUCE, 1987; Paralelo Cero, narrativa joven del Ecuador, Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México, 1983.

Ha sido coeditor de la revista La Mosca Zumba (1984-87) y ha escrito varios artículos en la revista La Liebre Ilustrada.



CUENTO:



LA CRISIS DEL CARACOL



Había esperado agarrada la cortina. Ahora estaba desplomada en un sillón. Ya era como la una y no asomaba Diego, su compañero, ni Enrique, quien iba estar al mando del operativo. La novela que nunca mató el tiempo yacía junto a la lámpara que no se animó a encender.



Al abrirse la puerta, Vilma fue expulsada de un sueño de esponja. Entraron casi juntos, los cuerpos abandonados en una brisa de fatiga. Cuando creyó abrazarlos, su gesto fue el último torpe manotón de alguien que se hunde definitivamente en el mar



(Tomado del libro: Brutal como el rasgar de un fósforo)











miércoles, 13 de octubre de 2010

NARRATIVA:



TE BUSCO DENTRO DEL SILENCIO

A ella


¿Qué por qué no me contestas? Se pregunta el hueso de mi sueño, será porque ahora estás dormida y deshilvanada, o qué se yo. ¿Será que mi sueño todavía no te inventa? ¿Por eso no contestas?

Me pregunto si estarás en camino al encuentro de nuestros huesos, aunque gélidos saben lo que es amar, impúberes, desprotegidos ¿Recuerdas el café que me invitaste? Ese café fue el método final para enamorarme; para tenerme en tus líneas apostróficas. Y el helado escurridizo que cayó sobre tus pechos que aun no crecían, que Dios –de mala gana- no te los daba, pero yo me los imaginaba en mis pequeñas manos.
O los poemas que te rezaba en las noches tristes de mi vida, el peluche que te di tímidamente y tú te besabas con ese negro, al que luego abandonaste ¿Lo recuerdas? Como hijos de un bolero caminábamos retomando diferentes vías; tú por el bien y yo, por el tuyo.

Y mi sueño pensando si serás virgen (aunque a estas alturas de la vida eso no importa) me pregunto, un poco rezongado, si piensas en mí todas las noches; aunque una, una sola, tan solo una; será, pero sé que duermes bien, eso es lo importante.

Y cuando creí que nos separábamos definitivamente me llamaste ¿Hola, sabes con quién hablas? Me dijiste tratando de refluir mis recuerdos. Tu voz de ensueño ¡Cómo no voy a recordarte! Claro –te dije- y las cenizas comenzaron a formar de nuevo los cuerpos que algún día se entregaron en un beso.
Aunque trates de restar importancia, de nuestros cuerpos refulge polvo entregados al amor, por eso cuando salgo a la calle, o al parque, o al cine, o al fútbol, o a nuestro pueblo de tantos recuerdos, entre toda la bazofia denominada gente ¡sí, de la multitud! Te busco, busco tu nombre, tus ojos, tu rostro; busco tus recuerdos, esos que me retrasen la hora de mi muerte, busco tus labios, el centro de tu ombligo para poder soñar.

No, tranquila, no estoy loco –en camino puede ser- solo ando como perro tras tus ojos, tus ojos de almíbar, de crema pond´s. llegar a la tumba de tu desnudez, acariciar tus pómulos, susurrar un poema de Gastón Baquero a tus oídos, luego enroscarnos en un abrazo y bailar junto a Gardel un tango de pibe barrio.

¿Pero por qué no posas tu cuerpo en mi ventana? ¿o las garúas te asechan a esa cama donde dormitas? Pero tranquila, voy a dormir con mi cabeza sobre la almohada para pensarte; por eso, al cerrar mis ojos y entrar en la liturgia del sueño poder mirarte entre rosas. No ves que cuando te sueño tu rostro se viene en enigma postmoderno: en el CD, en la TV, en la PC y luego te acomodo en el baúl de mis recuerdos ¡Claro mi corazón! Junto a Aute, a Perales, a los Rollings, a Motley Crüe, y nuevamente, junto a Aute y tú mi labio perdido en algún monte pinteño, ese pueblo que vio nacer nuestro primer beso. ¡Qué bellos recuerdos! Por eso te quiero: por los recuerdos, los tuyos, los míos o sea los nuestros como un monte de melancolía en mi mano, nuestro saudade; te amo como a mis libros de Rimbaud, de Darío, de Erasmo; como a mi música, la de Chabela, la de Aute. Te amo como a mis películas de Einsesten, de Chaplin… ese amor mudo, iconoclasta.

Pero qué es el amor, o la sintaxis del amor, si un hombre no es correspondido por una mujer; solo una oración unimembre, sin núcleo. No has visto que en la oración el núcleo es fruto del sexo entre sujeto y predicado. Pero en ti no hay ni predicado, ni verbo, ni pubis… ni labios.
¿Pero para qué sirven los recuerdos? Sólo de pábulo para que la memoria y el ser humano se mantengan vivos. Para mí los recuerdos, tus recuerdos alimentan la garatusa de la lágrima que rosa mis mejillas coloradas, la mejilla andina; la wipala que es el color de mis ojos.

Lo único que avizora mi futuro es mi pasado, el paralítico que no tuvo agallas para ser hombre. En estos momentos sufro los espasmos de la muerte.

En una cajuela de moribundo las solapas que centellan mi niñez han llegado, ¡sí! Ese al que miras alado como la gaviota marina que vuela alrededor de su mito, tú eres mi mito, mi fantasía, mi fantasma de cártalos o la invención de Julio Verne, maestro del pasado futurista.
Eres mi eco perdido en la fragancia del viento que adormeció a Zeus. Pero no te desnudes todavía –dice Aute- espera un poco más. Tu cuerpo se presenta ante mis ojos como un relato sagrado, dramático, mágico. Tu cuerpo simboliza el pasillo de Carlota Jaramillo que se escuda en mi cuerpo.

Ella comenta con su voz profunda que no llore tanto por ti, pero no puedo, lo tengo que realizar, tengo que segar tu vida, la hora se estrecha cada vez más, me llega como ráfaga de metralleta; la que levantó Fidel y cumplió su sueño. Los sueños son los más próximos a la realidad, pero el mío se espabila como la palabra de Baudelaire en la letanía de Satán; ese poema que acongojó mi cuerpo. Ahora tú comienzas a tomar cuerpo de poema.

Ingreso sigiloso en ti, en el poema no escrito, hablado, besado. En tu cuerpo desintegro el presente y en cada línea que escribo avivo el pasado. Sólo déjame escribir. Cada palabra sintetiza tu cuerpo, tu sueño; esa cueva negra donde habitas, estertora.
Pero sigues sin contestar, y el sueño se va derritiendo al paso del reloj. En cada línea donde te voy dando forma de mujer apareces como el cigarro… consumiéndote de a poco y huyes agazapada de las volutas que se esparcen en el ambiente.

<> Grito despedido que profesa el poeta alemán, Rainer Rilke <> cegar a Eros, cegarte… suspendida a mi sueño.
Sé que no estás muerta, solo dormida. El cielo no cesa de llorar, se lamenta en esta despedida, garúas que buscan desesperadamente una palabra donde desplomarse serenamente. Háblame, aunque en códigos atentados por el furor del beso empedernido.

Sé que estás de espaldas, con la máscara arraigada al olvido, con tu boca despintada en el quejido de mi sollozo eterno. ¿Por qué no me contestas lágrima enferma, pálida, acre? Tu cuerpo va a permanecer inmóvil en el erial de este pueblo que no es tuyo, ni mío, de nadie. Tú no haces nada para escapar de la escafandra metálica que se ensoñó de ti. Música de gatos te acompañarán en esta tarde derruida por el clamor grotesco del maullido, agónico como tu rostro.

Sígueme hablando de ti, de tu niñez, de tu cuerpo para no olvidarte, para no imaginarme en otro cuerpo, en otra coraza. O mejor, no malgastes tu historia para ir reconstruyéndote de a poco, para no olvidarte, a los seres humanos no hay que malgastarlos, hay que sentirlos, a ti te siento, te siento junto a mi mano que acaricia tu cuerpo de lagarto mojado.
Pero háblame, déjame sentirte como se hace sentir el viento que toquetea mi cabello ensimismado, abrázame con esas manos que se apoyan en el fantasma que nos mira sollozando, bésame con esos labios derruidos por la ceniza que refrota de tu cuerpo y que huye agazapado de sirenios en el estómago. Ya no puedo más, estás ahí pero no te puedo tener, es algo así, mira mis manos, es algo así como está naranja que no tiene pepas, vacía, algo así como que existes pero sin alma.

¿Si hueles? es el aroma del licor que está apoderándose de otros cuerpos, igual al mío, igual al tuyo ¿si hueles? quiere asignarse en tus venas, transformarte en ese monstro melancólico que grita a los cuatro soles de la noche que defecan sobre las lagunas sobrias.
Maldito silencio que muere a cada voz que la noche desecha. Este silencio que se ha apoderado de nosotros. Yo hablo y tú escuchas, también viceversa –como diría Benedetti, el de los nombres incansables- tú hablas y yo escucho, pero a la final ninguno de los dos habla, tampoco escuchamos nada. Maldito silencio que bailaste en la niebla hasta encontrar un cuerpo. Maldito silencio que eres lágrima en el rostro del silencio.

Maldita tú y maldito yo que no podemos hacer nada en contra de este silencio que susurra en silencio. Pero para qué desordenar este silencio si tú estás sigilosa evadiéndome. Estás tan callada y quieta que no murmuras mi forma de venir vestido a mirar tu encuentro con el silencio. Esta corbata azul-ploma que tanto odiaste ahora no te hace ni fu.

Por esa quietud impávida la gente está huyendo y te levantan, te cargan sobre sus hombros y tú no piensas ni en reírte como si lo hubieras hecho ayer en la cantina del manungo. Y ni siquiera mueves tus manos para dedicarme esta danza provocativa que tienen las tachuelas que cubren las rosas que vigilan tu paso.

Y estás ahí, ingresando a ese agujero y el sueño de mi hueso imperceptible que te llama y tú no contestas

¿Será que mi sueño todavía no te inventa? ¿Por eso no contestas?
Por. Cristian López. T
Te busco dentro del silencio aparece en la Antología: Los Engendros de la Luna, que recoge los ganadores del concurso nacional de cuento y relato, realizado por El Taller Cultural Retorno, Casa de la Cultura Ecuatoriana.

domingo, 19 de septiembre de 2010

Fondo de luz Piel de centeno, de Bolívar Flores



La poesía vuelve como la aurora y el ocaso, refería Jorge Luis Borges en una de sus Artes poéticas. Así mismo, admitía que el arte es como el río interminable que pasa y queda y es cristal de un mismo Heráclito inconstante. Palabras que permanecen simientes en la memoria, esto al abrir la poesía de Bolívar Flores, escrita desde 1975.

Bolívar, quien nació en la fría ciudad de Cayambe, por allá en 1952, recoge sus poemas en un libro pequeño y moreno. Curioso por la impresión que me causó la fotografía de entrada, donde una mujer da vueltas por un sendero oscuro sin darse cuenta que está sola como una piedra en la sombra, lo abro meticuloso e ingreso a un recóndito sagrado donde fantasmas pululan rodeando a la muerte, calmos con la esperanza de un grito salvador que los eleven hacia la búsqueda más alta del ser humano: la poesía.

Esa búsqueda, o mejor dicho llamamiento, en Bolívar Flores se convierte en testimonio de vida: No hubo sequía ni pobreza y era el paraíso/el lugar sagrado de la danza y la memoria. La añoranza al pasado, ese no permitir dejar morir los recuerdos en los recovecos del olvido. Además Bolívar Flores se inmersa en el lenguaje con una luz diáfana, translúcida en lo estético del lenguaje: de fácil comprensión: Al primer canto del gallo/las cocinas se despiertan/y la calle se convierte/en silbo de labradores. Poesía abierta, lúcida. Por ella recorren sueños de los años de la revolución, de las calles empolvadas de su pueblo (Santa Rosa de Cusubamba), el amor y el canto a la mujer.

Poesía que nos devela el paso de los años 80s. Grupos literarios que formaron revistas, ahora empolvadas en las letrinas del abandono, ahí aparecieron sus primeros textos, algunos en El Jardín de las Iguanas, del Instituto de Danza. Otras en la Banda Literaria y Deseábulos, de la Red Cultural Imaginar, libros colectivos que surgieron con una sola idea: Socializar la literatura y Bolívar Flores lo entendió bien, con un grito de carnaval dice: ¡Vengan, vengan todos!/¡Al poeta le ha nacido su mejor verso!



Poemario donde la voz se alza denunciando las atrocidades que cometieron gobiernos de turno, el poeta conoce que el silencio es olvido por eso: Cómo hablar de las flores/de los pájaros, las mariposas./Cómo hablar del día festivo, del compadre que viene/con su pañuelo al hombro, si el rato menos pensado/nos muerden un músculo, nos destornillan la vida. Así canta Bolívar a los esposos Restrepo-Arismendi, se acicala con su sufrimiento, pero no se cercena las palabras y denuncia a lo más alto del poder la injusticia que la historia ha lacerado al pueblo. Así el poeta del pueblo escudriña la realidad soslayada por los que están allá arriba, en ese cielo invisible. El poeta captura como buen fotógrafo el sollozo del pueblo y, lo más importante, está junto a él.

Mi verso es urgente llamado, nos dice Bolívar con su voz austera, así podemos percibir que el poeta no se da por vencido y lucha constantemente por alcanzar un país justo, el poeta con este poemario solo nos indica las ruinas en donde estamos estancados, nos acerca un pueblo herido y triste, pero no logra comprender por qué las cosas suceden así: La noche con su frío me ha golpeado/en plena cara.

¿Pero cómo nace el poema en Bolívar Flores?

La naturaleza, ese es el vehículo de la imaginación. Nos dice: ¿Sino qué es el arte?/exaltación psíquica/corporal/carnal/vaho transparente/deslumbrada metamorfosis… este cambio que sucede en su creación, del fuego a la tristeza. Leamos el poema frágil:

Hay días que amanezco delicado
frágil, casi inmóvil.
Tan poca cosa
que la desgracia llega a zarpazos
de repente
inoportuna
puñetera,
como si un hacha mohosa cayera del cielo
afiebrando los resortes del alma.


Si bien las llagas de la tristeza en el poeta aparecen como una ceniza nostálgica anhelando un cuerpo, una llaga que lo condena al vacío, el poeta intenta salir al tránsito del fuego: Encierro mis huesos con dos botones/paso la nariz por el espejo/tembloroso/apurado/salgo a la calle pegando alaridos… entre la condenación al verso y la libertad en la imaginación, Bolívar Flores transita en la dicotomía: ir y volver.

Es cierto que la poesía es subjetiva. Y la de Flores está sujeta a varias interpretaciones. El compromiso político, la extraña vivencia del ser humano en los años 80s, lo absurdo del mundo, la mujer, son temas recurrentes en la poesía de Flores, pero la originalidad del lenguaje es un recurso estilístico único y bien llevado.

El poeta maneja el lenguaje con una claridad y una soltura comprensibles, muchos versos surgen en mi cabeza: porque amanecí con muchos soles/bullendo en mi cabeza,/corrí aquella mañana/al portal del cementerio.

Con este libro: fondo de luz piel de centeno, Bolívar Flores se adscribe entre los poetas sociales en Ecuador, Alfonso Murriagui, Rafael Larrea, Jorge Enrique Adoum, Fernando Artieda y muchos que hicieron de la poesía un arma.

Además, en la poesía de Bolívar Flores se verá una vitalidad radiante que pervive en la política. Experiencia y pensamiento coadyuvan en versos comunicantes:

Desgarrada la especie camina el hombre/
buscando su memoria entre las latas/
humo, asfalto y amargura


Como una especie de epílogo diremos que la es(t)ética es volver al lector a una realidad siniestra y que no debe mancillarse al olvido, así en esta palabra debemos resumir esta antología: honestidad para su pueblo y para consigo mismo. Es el lector quien tendrá la última palabra.

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lanzamiento del libro "Engendros de la luna"


El Taller Cultural Retorno, organizador del concurso, presentará el jueves 9 de septiembre, a las 19h00, en la sala Benjamín Carrión de la Casa de la Cultura, el libro Los engendros de la luna, con los textos de los ganadores del certamen literario.



Los 11 concursantes seleccionados por el Jurado calificador son: Rocío Soria, Juan Secaira, Hernán Hermosa, Sharvelt Kattán, Edison Paucar, María José Hidalgo, Antonio Zea, Miguel Samaniego, Cristian López, Mirian Félix y Alejandra Soriano.



Cada participante ganador del concurso recibirá como premio un lote de libros (10 ejemplares) y el diploma respectivo, a nombre de los organizadores.



Vida muerte bella, Cinturita de avispa, El fin de cigarro, Engendros de la luna, El nido vacío, Rana, son algunos títulos de los textos seleccionados por el Jurado que estuvo integrado por Ramiro Caiza, Elsy Santillán y Benjamín Balmes (cubano), y que son publicados en una antología.



Oswaldo Mantilla Aguirre, director del Taller, se siente satisfecho por el trabajo que viene desarrollando esta organización. “Este es el tercer concurso literario organizado, segundo en narrativa”, señala Mantilla, al tiempo de agradecer por la acogida al referido evento.

jueves, 26 de agosto de 2010

Del silencio hacia la luz



¿Con qué valor se puede leer una antología de 21 poetas en fin de siglo? ¿Qué es lo que buscan? Quizá la respuesta lo encuentre Ramiro Oviedo (Riobamba 1950), en el poema que abre esta antología y con el cual destruye ese recoveco exigimido de culpas, llamado silencio: algún rincón, un hueco, alguna página…/el artista halla una calavera…; este, creo es su valor -lleno de subjetividad-, declarar la guerra al olvido.

Pero, también, la lectura de una antología de 21 poetas en fin de siglo es exultar al lector a romper esquemas y extenderle el plato de segunda mesa. Situarle en la orilla desnuda de voces e ir reconstruyendo bocadillos con la nada esparcida en fábulas recuperadas en un deseo clausurado en el poema: No hay razón para escribir/estos injustos versos/versados en la nada… (Alfredo P. Bermúdez, 1956).

A su vez, estos 21 poetas ecuatorianos redimidos en la “realidad globalizada” desembarcan a los Adoum, Carvajal, Madrid, Mussó como los cánones donde se encuentra versada la lírica ecuatoriana. Surgen desde la amapola heterogéneos nombres, destacan muchos de ellos, Leopoldo Tobar, Eduardo Morán, Roy Sigüenza, Diego Velasco, Pablo Yépez, Margarita Lasso, M. Fernanda Espinoza, Marcelo Arteaga; por nombrar algunos nombres prohibidos que se parecen al mar y se construyen en la arena de la palabra, la sagrada poesía.

Estos 21 poetas, nacidos entre los años 1950-1964, denominados Generación de los talleres, abren un espacio a la literatura cíclica y ancestral, tan prodigiosa de sabiduría: su estructura calcinada en los microondas/cósmicas/cada rama tiene su poblador y su reverso/cada habitante su destino… (Pablo Yépez, 1958). Así copulan entre el magnetismo de vivir la poesía, como forma de existencia neta e irreversible en el camino del Qhapaq Ñan, tratando de encontrar el camino de la justeza, en palabras de Javier Lajo, “la ruta de los justos, de los hombres consagrados al cuidado del equilibrio del mundo, de la vida y de la naturaleza…” (Qhapaq Kuna...mas allá de la civilización, 2002).

Este es el valor que genera esta antología de 21 poetas ecuatorianos en fin de siglo, construir un Ecuador justo y equilibrado, develar en letras tímidas la sangre que se desbordó por ríos sin memoria en gobiernos nefastos y corruptos que generaron desarraigo social y ríos de lágrimas: quiero recogerte pedazo a pedazo/hacerme una cobija con tus trenzas/ahí me envuelvo/así me quedo… (Fernanda Espinoza, 1964), y como un tatuaje quedar adherido a la luz desde el silencio que produce el poema.








Carta a Papá

Viejo:
tu hijo varón se ha casado,
pero, por favor,
no saltes,
ni me eches de la casa,
ni me digas irresponsable hijo de perra.
Sí. Ya sé:
mi edad,
mi carrera,
mi futuro.
Sin embargo,
ya lo ves.

Te contaré que mi mujer
No usa sostén,
Y se pone mis camisas.
Tiene la mirada de los niños
escarbando algo que sirva
para aplacar el gruñido del hambre
dentro de los tachos de basura
y un cierto parecido
a esta vieja herida
que tú me regalaste

Viejo:
la mujer de tu hijo
se llama Tristeza

(Eduardo Morán Nuñez, 1957)



***
Los poetas escriben
para conquistar el amor de una muchacha
para explicar los misterios de la vida o de los sueños
y si el tiempo es benigno
ser nombrados por los siglos
solo tú escribes para la alabanza pública

(Fernando Itúrburu, 1960)



La Magia del Poema

Mis malas noches con un libro en las manos
son las mismas del Dios,
convertido en agua o en bestia,
prisionero del laberinto.

La ciudad me entrega cada mañana
sus hijos primogénitos, las mujeres
en los dominios del placer
para calmar mi cólera
e ignora que mis ojos no duermen,
que la sangre en mis labios
renueva mi energía.

Las magia del poema consiste
en liberar al centauro.

Y en ese empeño no hay nombres ni reloj.

(Marcelo Arteaga, 1962)

jueves, 5 de agosto de 2010

NUEVOS POEMAS:


A MI COSTADO

A mi costado,
donde las ratas graznan su nido
me asilo
en la lágrima que me borra,
que me desnuda la mano
en el papel que cae
lentamente como suicida.
como gota de agua
me amordazo la lengua
y el pubis de la palabra
inventa un grito
para desenmascarar un miedo
que me consume
que me quema la lengua

y estoy a punto de caer
al río donde se devela la memoria
a punto de morir
en el agua borrosa de la lluvia

y estoy ahí
inventándome
y estoy ahí
donde la poesía desenmascara las miradas





EL DESEO

Nos embriagamos

La tristeza desandó nuestros
cuerpos

(escribimos poesía)

Y nuestras manos
buscan aplacar
el grito de amor
a donde la noche
nos conduce

Cristian López. T
Narrador y poeta. Se desempeña como docente en colegios secundarios del Ecuador. Colabora con la prensa escrita. Representante por Ecuador en el I Festival de Ecopoesía: "La poesía reverdece la tierra", realizada en Tumbes-Perú. Ha publicado: Casa de Soledad (poesía). Actualmente, dirige la Revista literaria: Ojos de Perro Azul.

martes, 27 de julio de 2010

INVITACIÓN

MIÉRCOLES 04 DE AGOSTO
HORA: 19H00
LUGAR: SALAS EDUARDO KINGMAN, OSWALDO GUAYASAMÍN Y MIGUEL DE SANTIAGO.
CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA





la voz de la tierra húmeda
permanece enterrada en el
secreto de la palabra


Cristian López. T



sábado, 17 de julio de 2010

LOS ÁNGELES DE LEVIATHÁN




En el año 2005, las obras del pintor colombiano Fernando Botero visitaron los museos del Ecuador, ese mismo año en una entrevista señalaba algo importante sobre la percepción del artista para su obra, decía: creo que el arte obedece a una convicción y a una obsesión personal y me parece muy difícil que un pintor que haya vivido así cambié de posición. Esto rezaría como punto esencial para uno de los jóvenes dibujantes, prominente de su época, como lo es Xavier Chinga.

Su obra rebasa todo aspecto de la realidad y no llega a caer en una suerte de escepticismo criollo o juego de niños, su obra, al contrario, se parece a un espejo, siendo fuerte nos refleja, de paso, nos desnuda. Ante Xavier Chinga el ser humano se enfrenta tal como es.

Como todo artista, Xavier Chinga niega a su época y se interioriza, busca la manera de encontrar los espacios para huir, los ángeles como discurso visual llevan al pintor a retratar y a sobrevivir en una sociedad hiperdeformada. Su estilo se enmarca en el gótico sin dejar aun lado el realismo mágico que configura su crítica. Sus cuadros, discurso poético de mujeres desnudas donde sus cuerpos desnudos varían de posición, son ellas quienes hacen del juicio final algo cercano y venidero.




El lenguaje que el dibujante utiliza llega a ser sencillo, un obsesionado por el color negro que lleva al artista a realizarse preguntas y muchas se quedan sin respuesta, en una fuente de ecos sin resonancia. Su obra resalta su pasión por los cuerpos griegos: la perfección. Pero hay algo notable en su obra, el mito como la fuente de discurso narrativo, en ella aparecen caballos, minotauros, también los seres humanos, que se van destruyendo al paso de la pluma.

Este es el camino que Xavier Chinga nos invita a disfrutar, el dibujante es insaciable en su conducta, se pule a diario, y la cotidianidad es su fuente de inspiración. Su estilo aunque se encuentre en la uniformidad siempre tendrá la pizca de originalidad y espontaneidad que alguien como él lo necesita para condenar a su espíritu.

domingo, 11 de julio de 2010

NUEVA NARRATIVA ECUATORIANA

a cada cerrar de ojos
se desgarran tus velos
y desnuda sollozas
en un bosque vacío, sin alas

(Cristian López)


FESTIVAL DE CUENTO DE LARGO ALIENTO





TEO CALLE/JENNY CORTÉZ/CRISTIAN LÓPEZ/SANTIAGO QUELAL/ANDREA ACUÑA
Talleristas de la Casa de la Cultura Ecuatoriana

CAFELIBRO QUITO
Martes 13 de junio,2O horas





ENTRADA GRATUITA

viernes, 9 de julio de 2010

LECTURA CON LOS DEDOS: EN EL BRAILE DE TU PIEL

Yo no puedo leer lo que él escribe.
Lo que él escribe no se lee con los ojos.
Se lee con los dedos

Eduardo Galeano
Días y noches de amor y guerra




Misterioso se muestra el poemario de Darío Ramos (Quito, 1968), En el braille de tu piel; desde su presentación, su pasta tersa juega con lineamientos sensuales. Unos senos que se disipan en la noche, una boca que incita a besarlo, a sentirlo, ese efecto produce, en primera instancia este poemario: un encanto que fascina al lector que por su tesitura enamora, induce a apropiarnos de sus palabras que emergen como rayos de luz.

Los años de la revolución lo vieron crecer, examinar y transmutarse en las calles del barrio de Chimbacalle. La vida de Darío, como muchos de los creadores en la tierra, estuvo aturdida por la cháchara de sus amigos, es que desde pequeño sus ojos vislumbraban la irreverencia poética dentro de su ser.

Su etapa juvenil vivió problemas que no amilanaron la creación estética y la reivindicación de las luchas populares; es cuando cursaba el colegio donde tuvo que someterse a una cirugía en la columna vertebral, la mitad de su cuerpo quedó inmovilizado, por seis meses se asiló a una cama, pero la fuerza que emerge del poeta lo hizo reencontrarse con la vida.

Conocedor que el arte no se lleva con el status quo que propone la educación –manejada por la politiquería deshonesta- buscó caminos decentes en los libros: el modernismo, la Generación del 30 y la poesía de Baudelaire pasaron por sus manos, sin olvidar los años de la revolución cubana.
Muchos poetas han realizado su obra en la noche, este ser ausculto en el cielo por donde miles de sensaciones pasan en su delante, Darío Ramos también se sumió silenciosamente en sus manos, una Retinosis Pigmentosa ataca a su visión. Es por eso que el poemario En el braille de tu piel se hace especial.

La vivencia revolucionaria y lírica se ven reflejadas en sus versos. Desde los primeros pasajes, la voz poética nos hace partícipes del tránsito que el poeta tuvo que vivir. Así lo dice el poema que abre el libro ASÍ ES LA VIDA: mis ojos se escondieron/tras los ventanales del sol, /llevándose consigo/los colores del tiempo, tono crudo y reflexivo, pero con una sensibilidad que conmueve.

Darío Ramos se compara con Borges (escritor argentino) quien también vivió la ceguedad de muy cerca, nos dice el poeta: En cierto modo, con Borges compartimos lo que se podría llamar un tramo de la sombra, y es que hace varias lunas y un día ésta se hospedó en mis ojos. Este tramo de la sombra ayudó a descubrir lo esencial que el poeta tenía, poder ver con el tacto.

En la historia de la literatura universal, los griegos ya trataron este tema y veían a los ciegos como iluminados, tomemos un ejemplo. En Edipo Rey (escrito por Sófocles en el año 430 a.c) Tiresias, ciego y eficaz adivino en la antigüedad, es condenado a la ceguera por Atenea, esto le hace descubrir algo esencial, el don de la adivinación. Así también Borges quien descubrió la luz en su ceguera, ahí, en este exilio escribió el poema de los dones y que dice: De Dios que con magnífica ironía/ Me dio a la vez los libros y la noche. No olvidemos a Demócrito, Homero (autor de la Ilíada y la Odisea) y a Milton quien, en su estado de ciego, escribió el poema El paraíso perdido, en el Soneto XIX dice: desperté, ella huyó, y el día me devolvió mi noche .

Además de lo dicho, el mérito poético que imprime el libro nos da en la tonalidad, son versos sencillos pero cargados de una dolorosa implicación en la vida, sin dejar a un lado el erotismo. El poeta va reconstruyendo a su musa con los dedos Déjame esculpirte con mis dedos, /cristalizando tus formas en mi iris roto, esto genera una atmósfera interesante, que a la vez enamora.

El poeta se ensaña con su inspiración y va más allá, percibe a la realidad más allá que el resto de los mortales, es deliberado en sus versos, los cuales caen como gotas cristalinas sobre unas manos desnudas. En su voz la irrealidad cobra significado.

El poemario incluye dos etapas, la primera hemos hablado vastamente, pero en cambio la segunda es más conmovedora, Darío Ramos pasa por una operación que le devuelve la visión, el poeta se encuentra extraño ¿Cuál es su verdadera realidad? Y escribe esperanzado de recibir ese abrazo que nunca vio, dice: Hoy que retorno del fondo de las sombras, /me espera un beso tuyo en mi pupila rota. Este poemario, digno de ser leído con todos los sentidos nos invita a inaugurar a nueva vida.

Así como Borges y Homero, Darío Ramos perdió la vista pero no la palabra ni el tacto y supo hacer florecer la imaginación (don preciado por los seres humanos) con la cual transmuta al hombre, llevándolo desde el animal instintivo hasta el ser con nombre y apellido, le acarrea a la luz de las palabras, a la poesía.





POEMAS:

EN EL BRAILLE DE TU PIEL


Déjame esculpirte con mis dedos,
cristalizando tus formas en mi iris roto.

Formándome al tocarte
la sombra digital de tu existencia.

La letra erecta de mi palabra
desdobla la sombra de tu relieve.

Detrás de mis ojos perdidos,
solo existe la memoria de mi tacto.

Al tocarte, hago una lectura de tus calores,
releo una y otra vez tus ganas.

Mi tacto loco y desbocado
trajina la noche de tu cuerpo de hoguera.

Al palpar la sabana de tu vientre,
la furia tierna de mi tacto te dibuja.

Acaricio tus lunas de cuarto menguante,
bajo a tu raja con la antorcha de mis manos.

Cuando no leo tu piel ando como perdido,
hoja de Braille: poro de mujer.

Seguiré la ruta de tus deseos con mi boca,
con mis manos y muslos que son mis ojos.

Mujer, puedo verte de una u otra forma,
en el ocaso gris de mi pupila.

Eres ardiente eco de la noche,
eres hermosa en la yema de mis dedos.




El poeta dice cosas
que la ternura no alcanza...

SOMBRA DE BARRO

Al filo del silencio
te hallé recostada en mi piel.

Tus senos en sombras
se amoldaron a mis manos.

Tus pezones salados
fueron océano en mis labios.

Recorrí tu luna negra,
húmeda por mi tacto.

Tu vello de follaje
fue al sol de mi boca.

De tus labios carnosos
fluían orgasmos por doquier.

Mis dedos desbocados
cayeron a tu abismo azul.

Conjugamos nuestro barro,
en tu sombra vi tu luz.

Despeinado, tu sexo espera
el retorno de mi mano.

Artículo tomado de la revista: Ojos de Perro Azul

lunes, 5 de julio de 2010

UN LIBRO PARA MORIR JOVEN

UN DELFÍN Y LA LUNA
(Marco Antonio Rodríguez)




Y no hay más que contar, porque
es mejor no agotar su tema para
de vez en cuando recordarla
Marco A. Rodríguez


En alguna antología leí que la producción creativa de Marco Antonio Rodríguez era parva y se me vino a la cabeza, leyendo este libro palabras de Jorge Luis Borges en la que comentaba: "que otros se jacten de lo que escriben". Un Delfín y la luna llega a ser un libro sobrio, de una calidad estética alta.

Marco A. Rodríguez es un hombre adicto a escribir bien, hijo de las calles de Quito -el norte, el centro- de la música nacional y de la poesía. Un libro donde en cada cuento muta de piel, nos pasa de un mundo eterno y real a un existencialismo rodeado de dosis llena de soledad.

El lenguaje es único en este libro, puede usar el inglés, el español y las jergas urbanas

- chasqueando al hambre…
- llegaba tía Eunice: inmensa, bizca, ñata, el cuello envainado en bocios…

Así está saturado este libro: de una sintaxis, por no decir excelente, atractiva, seductora.

Inunda caminos de barrios modernistas –al eje de Miami- y barrios urbanos, que se encuentran desairados por la sociedad, pero que él con su oficio de escritor nos lleva a un mundo emotivo y sagaz.

(Junio, 2002)

Marco Antonio Rodríguez. Nació en Quito, en 1941. En la actualidad es Presidente de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, Benjamín Carrión. Entre sus publicaciones están:
Cuentos del rincón (Quito, 1972); Historia de un intruso (Quito, 1976); Un delfín y la luna (Quito, 1985); Jaula -Premio "Joaquín Gallegos Lara"- (Quito, 1991). En ensayo: Rostros de la actual poesía ecuatoriana (Quito, 1962); Benjamín Carrión y Miguel Angel Zambrano (Quito, 1967); Isaac J. Barrera, el hombre y su obra (Quito, 1970); Palabra e imagen (Quito, 1999).

lunes, 28 de junio de 2010

LIBRO:




CASA DE SOLEDAD
(Cristian López. T)

Pórtico al autor


El Poeta Cristian López, con esta su propuesta literaria: Casa de Soledad, nos invita a entrar al recinto donde Tánatos y Las Keres aguardan el instante preciso para comenzar sus ajetreos, sus liturgias: entre la piel, las raíces, los huesos y esa madeja, de sueños y proyecciones, que se deshacen en la memoria.

Él nos alerta:

…”la muerte es independiente
al vuelo de los pájaros
ordena su figura en la noche
en el día es niebla y también es caza”…

Nos sitúa frente a la casa de la soledad sin salvoconductos, otorgándole su calidad de realismo sin tapujos; simplemente es “ella”, la de todos los días, la que nos sigue, intentando dar alcance a nuestra sombra, para saberse contradictoriamente, por un instante viva.

Abrámonos a la existencia de esta Casa, tan parecida a la nuestra; y expandamos el asombro de su poesía cuando el autor trafica en una suerte de dimensiones yuxtapuestas de la vida, desde una perspectiva casi chamánica, en un sobrevuelo entre diferentes planos que se topan siempre; cuando él contempla la altura, nos dice:

…”desde ahí arriba,
donde las gaviotas amanecen llorando
te miro desnudo,
convertido en ausencia
aletargando tu huida”…

Así el poeta, con una propuesta de acercarnos a reconocer la finitud del cuerpo, se completa en el acto de volver a las raíces de los antepasados y en este viaje se pregunta:

…¿”quien encuentra en el verbo
una lágrima removida del olvido”?...

Y nos deja en suspenso con una interrogante colmada de una desgarradora ternura. Ungido en su pesar, se nos presenta en el aquí y en el ahora pronunciando:

…”mientras tanto, nosotros
permanecemos enredados
en el miserable lago del recuerdo”…

Ese dolor con doble fondo: el de la pérdida y aquel de persistir en el recuerdo de la ausencia, es manejado sin embargo, con profunda delicadeza. Otras veces, el poeta es un comprometido espectador in situ declarando:

…“tu mirada tenue liberada de temores
se aleja silenciosa
derramando una bruma ocre
abandonándose en esta piedra solitaria
adhiriéndose al olvido
descascarándose en un otoño”…

Cristian López hace también un recuento de la ausencia, de sus seres amados y consigue que nos identifiquemos con el trance de aquella pérdida, que por razones culturales la hemos revestido de temores, la tenemos bajo llave, haciéndonos los desatendidos de la muerte y de su presencia omnipotente; en el poema de dedicado a su abuela dice:

…tu vuelo nos mermó de raíces
y secundados a la sombra
imprecamos tu nombre,
tus piernas,
tus labios,
es posible que estés acurrucada
debajo de mi axila
porque siento un respirar constante
en mi exilio…

Así, el poeta nos pone el deceso filial enfrente, como un modo de conjurar, de sacarlo de esa solemnidad que lo sitúa distante, que lo deja en el traspatio; esa exclusión afectiva que hace aparecer a la muerte como desmesurada y perversa en una sociedad que brinda culto a las marcas, a los sellos; que supuestamente nos abren las puertas del falso paraíso de los shoopings y el merchandising; en suma del Gran Dios del consumismo...

Con su poesía Cristian López nos invita a celebrar la vida y por ende, también a celebrar la muerte.

Wilma Borchers C.
(Los Vilos-Chile)





CRISTIAN LÓPEZ. Quiteño. Se desempeña como narrador y poeta. Tiene estudios realizados en Lenguaje y Literatura; y, Comunicación Social, ambas en la Universidad Central del Ecuador. Ejerce la Cátedra en colegios secundarios del país. Se ha desempeñado como difusor cultural en distintos medios de Comunicación Social. Ha colaborado con artículos en la prensa escrita. Fue ganador del concurso Interfacultades, Premio Universidad Central; obteniendo la medalla de oro. Actualmente, es director de la revista Ojos de Perro Azul. Integra los talleres literarios de la Casa de la Cultura, dirigidos por el poeta Diego Velasco. Fue representante por Ecuador en el I Encuentro Internacional de poesía: “La poesía reverdece la tierra”, realizada en Tumbes, Perú.

POEMAS:

PROGENIE

(fragmentos)


La luna somete a los cadáveres a la sombra, la acecha en silencio, se atusan abrazados en el desorden al que se entregaron. El verbo murió en la carne. El verbo se deshizo en la palabra. La muerte en sus ojos se encuentra abandonada, así como el mar, alejado del mundo, de la sal, de lo efímero que significa respirar, alejados del amor, de ese dios funesto, de la historia. Pues no conocen amor más cercano que el silencio.

¿Dónde reposan su fe?

¿En el desierto, en el seno fecundo de la tierra?

***************

Detrás de sus pelos sucios, por sobre encima de la espalda, sus palabras se desvisten ¡HAY POESÍA MÁS HERMOSA QUE LA DE UN MUERTO! El camaleón tartamudea, ha perdido su color, el temor se ha apoderado, ha venido tal un jinete borracho, ha llegado agonizando, sangrando, destruyendo el lamento, sus huesos han predispuesto su tristeza.

Una mordaza atranca sus voces, un rastrillo de luz se esparce por sus cuerpos.

***************


Creo es cierto que el verso desmenuza el canto de la mañana, que la voz es un desierto donde integra cuerpos sin cabeza, donde el beso no es más que un pájaro hambriento; ahí la voz es una noche de luna llena, un escombro de rodilla desnuda.
Ahí donde la voz hiere la memoria aparecen estos cuerpos magullados, lacrados… los rayos del sol frenéticos abandonan su estirpe para vengar sus descansos transitorios, ahí es donde el verso toma cuerpo, ahí es donde, celosa, aguarda el vacío de la palabra…

FÁBULE

Los cuerpos reposan donde el verbo
Se transforma en poema

***

La historia es una escultura que se hace
En la madeja ambigua de lenguajes:
La palabra,
Prevé un mundo nuevo
Una duna que baila sobre el rastro del amor
Rezando para no convertirse en sueño
Extendiendo sus alas sopla temerosa
A la noche que desciende
Despeinada en el espejo


***


Dentro del restrojo de cuerpos
La mies del amor
Coagulada se evanece
Al tiempo que el viento enamora
Campos desiertos
Donde los huesos se desnudan
Y se aferran a los brazos
Uniéndose en sueños
Anhelan cuerpos llenos de bocas

¿dónde posan su huella?

lunes, 21 de junio de 2010

ENTREVISTA:

Johanna López Santos



El tiempo es un torturador que hace indiferente a las personas. Tuvimos que esperar casi un mes para poder concertar una cita con la poesía, Johanna con su trabajo en la arquitectura yo en el vagabundeo estudiantil. A ese tiempo teníamos que derribar, creo que lo logramos.

Miércoles por la noche: en un café de la Amazonas, la noche acuciaba un silencio extravagante, la gente caminaba rápidamente en busca de algo que no podía ver. Miré a mí alrededor y la vi, era Johanna, sentada en una silleta, en la esquina de la vereda. Saludamos, ingresamos hacia el interior del local, hacía calor.

Llegó el mesero, pedimos una güitig y un par de cafés, así dimos inicio a nuestra corta pero seductora conversación:


Comencemos desde el principio, ¿cómo Johanna se encuentra con la poesía?

En cualquier momento dado todos los seres humanos convivimos con la poesía, la mayor cantidad de gente escribe porque se enamora. Desde mi punto de vista existe una llama en el colegio que nos dice por qué no escribimos, así empezó mi encuentro con la palabra poética.

¿Qué te devela la poesía?

La poesía es un punto de fuga. Yo no podría estar sometida, como si lo está Isabel Allende por ejemplo, a escribir. Ellos necesitan escribir uno o dos libros al año para sobrevivir económicamente. Yo escribo sin obligarme.
La poesía es un punto de vivencia, un punto donde se puede hacer real todo lo irreal.

¿Qué significa para ti vivir de la poesía?

Yo vivo de mi poesía, claro no económicamente. El hecho de encontrar y conversar con gente desconocida es vivir de la poesía. En el taller de la Casa de la Cultura teníamos claro el panorama literario en el Ecuador, lo difícil que significa publicar un libro, sabíamos que todo debía hacerse por autogestión.
En el medio ecuatoriano existen escritores que viven de sus publicaciones, en cambio, yo vivo de mi poesía escribiéndola, concentrándome, sintiéndola.


Cuéntanos de la experiencia sobre los talleres de la casa de la cultura


Inicialmente, entre el 2000 y 2001, asistí a los talleres con el escritor Edwin Madrid, este taller me ayudó a romper esquemas, tenía apenas 20 años, era la más niña, fue un cambio esencial en mi vida, el modernismo había influido en mí.
Cinco años más tarde ingresé nuevamente a los talleres, los dirigía el poeta Diego Velasco, este proceso fue más interesante, no desmerezco el proceso de Edwin, pero no se obtuvo ningún producto literario, la gente se disipó. Con Diego, al contrario se obtuvo un espacio de creación. Tuvimos tres grupos y todos debíamos pasar por los tres géneros literarios: poesía, narrativa y dramaturgia. Así se generó híbridos literarios.

Al final se realizaron cuatro grupos: Babel, Ultimátum, cabezuela, y otro que nunca tuvo un nombre.

En torno a tu obra, en Certezas Híbridas involucras los tres géneros literarios: poesía, narrativa, dramaturgia, con eso te crees una poeta completa

El nombre de poeta y escritora solo son cánones, lo importante es proponer un sentido inusual de lo que se lee.
En los años 80, donde comenzaron los talleres literarios con Miguel Donoso, salieron muchos grupos literarios como el Matapiojo, la Pequeña Lulupa, ellos terminaron escribiendo igual. La diferencia con nuestro grupo es que compartimos así variamos propuestas.
Si aceptamos que existe una certeza en la sociedad se mata la posibilidad de que exista algo más. En mi libro, certezas híbridas, no existen certezas. La sociedad es híbrida, híbrida de cosas.

Si dices que no existen certezas, entonces quién es Johanna


risas) Lo más difícil es retratarnos. Soy una persona que busca atravesar espacios, soy una persona que busca crear.
En la arquitectura creo espacios desde una necesidad. En la literatura se crea espacios, pero estos no son necesarios.
El arte es creación y es un todo. La literatura después de mucho tiempo exige un género, por lo tanto busco eso, un nuevo género.



¿Qué hace diferente a tu grupo, cabezuela, con la propuesta que realizaron los tzánzicos?

Nosotros no queremos romper nada, ni devaluar trabajos literarios, queremos elaborar nuevas formas, yo no creo que haya originalidad en las cosas. Si ves una silla, por más que sea hermosa, tiene el mismo concepto.
Se debe presentar la obra, deconstruir expresando ideas nuevas. Los tzánzicos son un grupo importante, son más de 40 años de propuesta, el proceso está en generar una especie de movimiento, gente que esté viva. Si entre los ecuatorianos no nos damos las manos estamos en el acabose.

Si no existe la originalidad, ¿cómo crear?


Se crea desde nuestro punto de vista. Cada ser humano tiene su propio espacio. Si existe una columna cuadrada y nosotros miramos redonda estamos creando.
Nos han vendido un discurso donde nos hicieron creer que somos libres de escoger, es mentira si se rompen cánones somos extraños. Hay que romper proponiendo algo novedoso, más no original.


En tu obra juegas con parámetros, es un rompecabezas, ¿cómo influyó tu profesión, la arquitectura en tu poesía?


La arquitectura es un juego de espacios, un juego dual. Donde hay oscuridad el arquitecto pone luz y donde hay luz el arquitecto pone oscuridad.
En la literatura, si hacemos un retroceso hasta el modernismo, todas las artes fueron de la mano, si hablamos de pintura, arquitectura, de literatura, todos tienen un punto común, pero en las artes existió un punto de quiebre, que se refleja en la posmodernidad.

En la literatura no existe el constructivismo, en cambio en la arquitectura existe. Entonces, hay que retomar el hilo umbilical que nos hace percibir el espacio de una manera distinta.

Certezas híbridas es un proceso de taller, pero también habla mucho de mí.


(Esta entrevista aparece en la Revista Ojos de Perro Azul)



Johanna López Santos
(1979).Quiteña. Estudio en la Universidad Central del Ecuador, graduándose de arquitecta. Desde el 2005 integra los talleres de la CCE, dirigidos por Diego Velasco. Integra el Grupo de Creación Literaria "La Kbzuhela". Tiene publicados los siguientes títulos: Certezas Híbridas (2007), Sextigmas (2009). Su libro de poesía Nimo, recibió una mención de honor en el concurso Todo Poético de Argentina.

sábado, 19 de junio de 2010

DIAKRONÍAS: Invitación abierta




Te invitamos a Diakronías 2010
Recital de cuentos de Largo Aliento
Martes 22 de junio
Cafélibro



mis sueños son como un espejo donde
se reflejan todos los hombres,

Cristian López


martes, 15 de junio de 2010

TIERNA FICCIÓN



recomposición del trabajo literario


El Internet, en este milenio, hiere la sensibilidad del ser humano, pero así mismo le enriquece. En uno de esos pasajes en que me hallé navegando tropecé con un estudio realizado por Evodio Escalante acerca del Poeticismo, en donde menciona que "Entre la memoria y el olvido hay una tercera zona, la del limbo, un ámbito habitado por fantasmas que nadie reconoce (…)", con esto doy inicio a un artículo sobre un libro que me llegó a las manos: Tierna Ficción, del escritor ecuatoriano Diego Velasco Andrade.

A Diego Velasco lo conozco como hacedor de poemas, varios libros, entre ellos: Cordeles, Alquimias, El poema no es un libro de poemas; es por eso, que su novela: ¿El poeta ha muerto? y este compendio de cuentos cortos sorprende por la manera de ingresar a la literatura, por todos los huecos posibles, desbordando todas las pasiones que se generan en el ser humano. Una carne debeladora de sensibilidades, un uso adecuado del lenguaje. Entonces, admitiría que Diego Velasco no es un escritor sino un experimentador de las letras como placer artístico.

Y sin duda, Tierna Ficción es la máquina fabricadora de imágenes poéticas. Desde el primer cuento: leña circulante hasta el último imaginero descifrador de galaxias donde un día se marchó: Moisés en Gamínides.

Escudriño en Jorge Luis Borges, extraviado en este sensitivo libro, en el otro poema de los dones: “Gracias quiero dar al divino/laberinto de los afectos y de las causas/por la diversidad de las criaturas/que forman este singular universo”. Así, en este universo de la Nueva Vanguardia, donde una nueva sociedad comienza a emerger, Diego Velasco comienza a destituir a los clásicos géneros literarios, devalúa esos cánones donde se van formando palabras muertas, se rejuntan para formar un pozo ennegrecido por la repetición de lenguajes, esos clásicos géneros literarios que rasgan las piedras de la infelicidad y dan pie a la prematura muerte de la poesía.

Barthes explica que el cuerpo comienza a existir cuando se expone al vértigo y esta viene cuando siente repugnancia y rechazo por lo que le disgusta, Diego Velasco nos propone una nueva forma de escritura, sin aspavientos metodológicos, sentirse libres cuando nos encontramos sobre el lomo del cuento y divisar espacios vacíos, carátulas sin cuaderno, pies sin zapatos.

La historia busca al escritor, pasea serenamente por ciudades desconocidas, donde el ojo del escritor devasta la memoria. Es la 24 de mayo, donde leña circulante encuentra su forma. Un árbol estacionado en el mendrugo de la miseria, un tarro oxidado y la soledad que penetra en el sendero del escritor que presencia su expiración en el día, monótono. Diego Velasco se siente inducido en recoger las historias encerradas en los laberintos que deja esta ciudad vacía y solitaria e ir a escribir encima de los tejados, característica de los barrios del Centro de Quito.
Claro, sin dejar a un lado el Surrealismo, donde la imagen se sobrepone sobre la idea, en mar i sol las imágenes se reconstruyen, a medida que el lenguaje se vuelve versátil, libre y donde adquiera una voz por sí mismo, es ahí que el automatismo psicótico del imaginero da rienda suelta a las metáforas, retraigo pasajes del cuento: “Mar i sol… venía de una selva que alimentaba/con leche y miel/a los pájaros…/ un árbol donde pudiese acurrucar todos sus truenos”. Además, el cuerpo se vuelve una chistera de sorpresas donde el escritor retorna como un mago, Y un conejito de savia /se esfumó/de tu ombligo/de repente…

La obra que cada ser humano escribe, tiene concatenación en las ideas. Por eso, hago hincapié en el libro de poemas de Diego Velasco, El derrocamiento del lector, en el poema “Ojo avizor”: un coral es un celentéreo/ que vive con mucha luz/y flores bellas de canto melodioso/en el fondo del océano… Tierna Ficción vive entre la luz, donde un florero urdido de pentagramas canta solo, abriendo puertas e inaugurando un nuevo infierno.

El tímido Borges, por la cual se genera la narrativa de Diego Velasco, se acerca temeroso de sus líneas a un taller literario, en donde, un grupo joven de escritores, le reciben con tijera en mano, de a poco desordenan la sensibilidad de JL (Jorge Luis Borges). A lo largo del cuento nos sorprendemos con el progreso literario y el acompañamiento de los buenos versos de JL.

La preservación del ser está latente en el cuento Judy, un niña que mira la sombra en su espejo, su futuro radiante, bella y esos vericuetos por la cual se pasea el amor. Esta dualidad tan presente en los versos de Jorge Luis Borges (soy, pero soy también el otro, el muerto) aparece como la presencia mimética de la persona en los textos subsiguientes de Diego Velasco.

Así mismo, lo cuentos que siguen convergen entre la sorpresa, el humor y la poesía. García Márquez suicidándose ante un cuadro de Goya, Kipling desplegando ante nuestros ojos el cuento más hermoso del mundo. Moisés en Gamínides inhumanizándose en el paso de un planeta azul. Y concordando con la contraportada del libro: Tierna Ficción, tal como quisiera Cortázar, estos textos se dejan leer.

Este es el ficcionario mundo de Diego Velasco, el limbo, en donde ingresan todos aquellos personajes que por alguna extraña razón irrumpen en nuestros corazones, pero también están todos los marcados por el olvido y que se afanaron a levantar el puño contra los grandes tótems y peces gordos de la hora literatón ecuatorianísima.
No me queda más que abrir las puertas a este infierno poético donde Diego Velasco da una prueba más de ser uno de los escritores que fluye con rapidez hacia la media noche donde un humus cósmico desgarra la hechura de la sabiduría.





domingo, 13 de junio de 2010

¿LA MEMORIA DE INFANCIA O EL SUFRIMIENTO EN BUSCA DEL CONOCIMIENTO?


Caminaban los días y me enflaquecía de cuerpo y alma,
pues ésta de expansiva se tornó en encogida y recelosa;
mis ojos ya no lloraban, pero tampoco mis labios sonreían.
Por otra parte la concentración del alma me dio una cualidad que,
de seguro, no deben poseer los niños alegres:
me hice reflexivo…
Timoleón Coloma

Publicada en Lima en el año de 1887 y caracterizada por ser una de las novelas poco conocidas en el ámbito literario del Ecuador, Timoleón Coloma llega a ser una de las obras escritas, vinculadas al realismo social, más importantes en el corpus narrativo nacional.

La novela, como género literario, ayuda a rememorar un pasado vigente. Está claro que el origen y la función de la novela es el espacio donde el… [creador traduce, mediata o inmediatamente, la visión del mundo de un grupo, los valores, la época, la historia social, su tiempo] ; por eso, es importante estudiar el contexto social que encierra la novela de Carlos Tobar, con esto abarcaremos la relación existente entre Timoleón Coloma y nuestro espacio social.

Es indudable la relación que coexiste entre la memoria y la realidad sufrida en la infancia del autor. Carlos Tobar comenzó la realización de la novela cuando en su vida transcurrían 28 años. Esto lo podemos notar en su lenguaje natural y sencillo, fuera de los cultismos que se venían abocando desde tiempos atrás, con Carlos Tobar se cierra un ciclo de adornos en la letras ecuatorianas, el gongorismo español.

Regresando al contexto memorístico de Timoleón Coloma, la historia empieza en las aulas colegiales, donde el actante principal es recluido en una celda académica, llamada en esos tiempos establecimiento educacional. La institución como forma de poder, de castración mental –en estos momentos me viene la preciosa novela breve de Mario Vargas Llosa “Los Cachorros” y pichulita Cuéllar quien encuentra en el colegio la represión por parte de sus compañeros- así mismo, la familia como autoridad en uso del cuerpo de nuestro personaje.

Hay que tomar en cuenta que el discurso del poder en el lenguaje narrativo de Carlos Tobar se inmersa en el humor y la tristeza del recuerdo. Este poder que en las instituciones educativas está dado por el maestro (magister dixe), quien en sus ratos de locura pone reglas y crea violencia ejercida a base del castigo creando en sí dos tipos de adolescentes: el que sigue las reglas y el “perverso delincuente” que rompe la ley, así es como viene el llanto del huérfano de la libertad:


“¡Qué amarga es la primera noche de colegio! Mis compañeros
en pos del golpear de botas que se arrojan y del crujir de los
catres, se quedaron en silencio. ¡Qué triste silencio, Dios mío!
Acostéme, pegue la cara a la almohada y la empapé en
ágrimas…”



El sufrimiento que es instrumento de conocimiento, que hace al individuo reconocerse como ser humano, que lo hace pisar en pie sobre la inmensidad de la tierra, asume su mundo y la llena de espiritualidad. En el encierro, además, Timoleón Coloma encuentra la otredad, comienza a conocer los distintos pensamientos de sus compañeros y el respeto que cada uno de ellos se lleva. Asume su condición de ser humano (simbólico). El dolor al separarse de su padre, la sumisión de su madre, el quebrantar al machismo resurge en él la condición de tal.





Ante esto, el alma bondadosa del amor asume su parte en la novela. Atalá (novela clásica de amor del escritor Chautebriand) le ayuda a crecer como ser humano consciente de la necesidad de conseguir una mujer para su cuerpo.


“Fuera de aquella niña de quien narré mi afición pasajera
contenida en los estrechos límites de mi cobardía y del
respeto infundido por los galanteadores que la circuían,
no amé a nadie de carne y hueso…”


El amor se reduce al campo del paso de los años (hacia los 21 años), la sensualidad y el uso de su cuerpo. El amor platónico como respuesta a sus creencias religiosas. Luego de la autoridad y su soledad viene la liberación en el hecho de la transgresión de la leyes: el tabaco, el alcohol, la vida bohemia; en sí, el hombre adulto.

Carlos Tobar en su pequeña obra (100 páginas) encierra las etapas por la que vive el ser humano. Desde la niñez, su vulnerabilidad, su crecimiento y su adaptación a la vida y el destino final como única salida.

martes, 8 de junio de 2010

NUEVA NARRATIVA LITERARIA



Talleres Literarios CCE
Lugar: CAFELIBRO,Quito
Martes 8 de mayo,19 horas

sábado, 29 de mayo de 2010

FESTIVAL DE MICROCUENTO



ARTE DE LA BREVEDAD

A Monterroso

Cuando empiece a escribir este cuento ya lo habré terminado.

EL ARTISTA

-He terminado mi obra maestra.
Luego de un lapsus brutus el artista desapareció.

ALMA VIRTUAL

Por sus divertimentos
A Abdón Ubidia


¿Cuántos fantasmas habitarán ese silencio?

EL POETA

- ¿Cómo puedo escribir un poema? Preguntó la niña a Vallejo
- sólo hay una forma de escribir un poema, respondió
- ¿Cuál?, inquirió entusiasta
- Escribir el poema, con una mirada perdida Vallejo fumó un tabaco

EL MONO DESNUDO

Aunque el ser humano recorra tres cuartas partes de su vida (jardín, escuela, colegio, universidad, o por ahí algún postgrado) en la tierra y cumpla 35 años en enero y haya sobrevivido al año 2000. Aunque se estremezca al glacial de los murmullos de las plantas venideras (mirtos, arrayanes olivos, girasoles) y nade ríos extensos para entumecer la resaca. Aunque evada a la teoría de que somos monos porque sabemos leer, escribir y pensar. Aunque haya asesinado a su mejor amigo/a por haberle cruzado a su novio/a, el ser humano seguirá solo en este mundo, tal como vino, desnudo.

EL VIENTO NO ES UNA FORMA DE AMAR


- Vuelvo para decirte que te amo, dijo el novio a la novia pero no obtuvo respuesta.

Así se dio cuenta que el viento no es una forma de amar.

HOMOVIDENS

Asesino negro indio subyuga su sicosis. Debajo lluvia ominoso silencioso asecha. Asesino bello asesino ¿quién te hizo tal defecto? Asesinado blanco gringo cholo porqué esta calle. Postes ¡qué postes! Calle oscura estrecha. Guardias ¡jua! Ridículo qué guardias borrachos dormidos ASECHANTESLUJURIOSOSMARULLEROS corre corre pistolas la plena corre corre. Mierda te alcanza corre corre vereda chas… caíste huecomaldito enemigo alcanzó cogió vio. Asesino-asesinado. Mierda ¿quién es quien?

EL DINOSAURIO

Cuando despertó, el dinosaurio era una mariposa que volaba por los aires llevándose consigo sus sueños

EL DINOSAURIO II

Cuando despertó, los dinosaurios habían desaparecido

EL FIN DEL CONDE DRÁCULA

En la Av. 6 de diciembre encontró a su víctima, la acechó en silencio, succionó con vehemencia su sangre, pero esta se encontraba infectada.

Hoy, el Conde Drácula padece de SIDA