miércoles, 11 de mayo de 2011

NUEVO LIBRO DE DIEGO VELASCO

Coito ergo sum:



habita entre pisadas de poeta y

el canto luminoso de pájaros ciegos










¿Qué nos legó a los escritores jóvenes la llamada generación de los talleres literarios, de los años 80? Quizá voces reveladoras enfrentándose a un canon obsoleto, a estrellitas fugaces en decaimiento. Una de las voces sobrevivientes a aquel naufragio es la Diego Velasco Andrade, arquitecto de profesión, poeta con una misteriosa lucidez en la construcción de metáforas, vividas a plenitud.


Y esto lo confirman la serie de libros publicados, entre los que nombro los poemarios: La poesía no es un libro de poemas (1989), Derrocamiento del lector (1990), Safari a ombligo equinoccial (1991), Gato en el sol (1996), Cordeles (2005), Alquimias (2006); los libros de cuentos En el jardín de Freud (1995), Tierna ficción (2006); y la novelina ¿El poeta ha muerto? (2002). Y esta trascendencia en las letras ecuatorianas lo sustenta Coito ergo sum, reunión de nueve relatos, donde la intrépida palabra poética unida a la ficción que Velasco Andrade extrae de su "chistera de mago" revelan los dones que su timidez y ese gran enigma interno que lo habitan pueda traducirse en historias reveladoras, sugestivas, hermosas.


Así, como si en una puerta sagrada donde el poema atrae a la luz y a la tormenta, aparecen: El sendero que lleva a Comala, búsqueda incesante del camino a la sabiduría; intromisión al llamado de la promesa vivida. A la persistencia de los sueños; a esa quietud en que se forman los verdaderos pensamientos, y al tantear ese profundo surco, el poeta nos invita a atravesar "como el aire las frías murallas que circundaban la ciudad; caminar al ritmo urgente de las autopistas que llevan a todas partes y a ninguna...". Así, el paso a Comala nos remite a la esperanza fantasmagórica en donde habitaba un señor llamado Pedro Páramo, a quien no dejo de visitarlo. Ahora, tengo la certeza con su texto de que el "abrasadero" de cuerpos en el que me hallo, tenga su no respuesta en estas filosas aguas imaginadas en la luz y en las sombras, sea "El Sendero que (me) lleva a Comala"...


Los relatos siguientes proponen historias retorcidas en la ambigüedad del lenguaje. Así, "La maison de unos gatos abandonadosen invierno", nos induce a una trama que sucede por medio de imágenes seductoras: "Hay un perro negro, negro sobre el techo; se equilibra en un alambre de luz y ladra al occidente, tu lo escuchas?" ó "Y voilá, el otoño necio, la tímida luna, el gato congelado, el buen café, la gris pupila, el dulce guante; el felino abandono y la hora girante, anunciándote la ruta por dónde se abría, el ojo tibio de tu puerta..." hasta desbordar, mediante un ritmo acertado, a rememorar una ciudad en horizonte andino, llena de visiones que termina siendo nuestro propio cuerpo, esos estados oníricos en que vagamos constantemente y maullamos abandonados en los cien brazos de la muerte.





La cotidianidad desborda encantamiento, aquí la poesía como un ángel caído sobre la bruma se inserta en la ciudad, retoma de aquellos diarios blasfemados al olvido, para retratar a personajes reales en historias reveladoras de la maldición a la que está sujeto nuestro destino. En el final del cuento: "El espeluznador de la vía 8", nos apunta el personaje principal, aquel que funge de "violador Camargo" o mejor de piedra de toque y mea culpa de una sociedad hipócrita y represora "Entonces, recogía mis pisadas hasta volver a la vía 8, en donde, como un espectro imprevisto y desgarbado, desaparecía ágilmente entre la bruma".



Algo remarcable que puede haber realizado Coito ergo sum es tomar las paredes de París y trasladarla a la de Quito, ingresar, inventar formas de concebir estos pequeños pensamientos que son vías de comunicación irreverentes ubicuos y mínimos "no lugares": estas pequeñas frases poéticas llamadas graffitis que nos devuelven a los sueños anarquistas, hacia aquellas utopías que nos arrebataron hace más de 500 años:




"Absténte de fumar en un lugar público

Absténte de beber antes de conducir

Absténte de sobrepasar los 130 KM/h

Absténte de lanzar un golpe



Desde las próximas elecciones




Absténte"




Esta especie de acertijo que constituye el graffiti , apuntan hacia redefinir una poética de la ciudad o mejor a aquellos imagos de lo cotidiano, pero que resultan extrañas en el texto literario, y que solo la capacidad del escritor los vuelve poéticas a la hora de ser leídas.


Lo seductor de Coito ergo sum, es también esa facilidad de trasladarnos a otros mundos, donde el ser humano pervive en lucha consigo mismo. En el jardín de Freud, nos presenta un personaje existente en el mundo real, se relaciona con los seres que lo habitan, así, lentamente ingresa a un recoveco donde las sensaciones lo dominan, se enfrenta con esos seres angustiados y angustiantes echados en el diván de un psiquiatra. Personajes, sugeridos por Velasco Andrade, que nunca tienen una esperanza de salvación por vía de la racionalización...


En fin esta "narratopoética" simplemente ratifica a Diego Velasco como un innovador de nuestra literatura, que no está sujeto a "modas rualistas" ni a ridículos cenáculos canónicos, pero si a la escritura como una condena pasional por buscar el incesante oficio de escribir. Pero en el oficio no se agota su tarea: también en esa incesante búsqueda de nuevos escritores, en un boom pueblerino y de comarca, colmado de premios y alabanzas mutuas en que está cernida nuestra literatura desde hace décadas; por todo lo dicho, Velasco Andrade está condenado a solo perpetuarse en la memoria fugaz de lo poético, ejerciendo la palabra activista y caminante que nos eleva a una alquimia de la palabra, de esa aqua vitae del poema interminable; a habitar entre las pisadas del caminante siempre incompleto y en el canto de los pájaros ciegos, ululando sobre las nubes trizadas del texto poético.



Cristian López Talavera


Quito, abril 2011



sábado, 7 de mayo de 2011

MIENTRAS ELLA MATA MOSQUITOS



"Este poema que escribo / sé que nunca acabará de escribirse". Quizá con estos versos Augusto Rodríguez (Guayaquil, 1979) marque la pauta para ir conociendo por donde versa su poética. Un poeta que desde la palabra va descubriendo esas nuevas formas de versar la vida. Que lanza pedradas al río y encuentra imágenes, metáforas para poder construir una (su) realidad.

Para poder hablar del poemario Mientras ella mata mosquitos, primero voy a exigirme en mostrar la pasión que tengo por leer poesía, ese ensimismamiento en la búsqueda de voces que me salven de la nostalgia en la que me sumo constantemente. Soy un enamorado de frases que golpeen mi mente, que me saquen del frasco de botella vacía. Para mi la poesía es acercarme a ese versado en la nada, a ese dios mísero, pero que conlleva amor, rebeldía, conocimiento. Y así es como llegué a los poemas de Augusto Rodríguez, por medio de esa búsqueda incesante de mi salvación, y llegué a este poema:




Hoy fue un día

para olvidar

refugiándome en una cama

todos salieron de paseo

o volvieron de sus trabajos

yo, moribundo y ciego

dormí con una camisa de fuerza.


Este es el ritmo por donde nos lleva de la mano el discurso poético de Rodríguez, sin tanto alareque, verbismos sin lógica, sin adornos fatuos. Mientras ella mata mosquitos asume un tono cotidiano, pero no por eso menos reflexivo; al contrario, Rodríguez es un... poeta que desea morder a la luna...




Una poesía rebelde, como el poeta mismo dice: voy lanzando letras / que poco a poco / se transforman en mosquitos / y pican y pican... dejan en quietud a una realidad almidonada en elogios. Nos advierte Rodríguez que su poesía es un canto a desestructurar un sistema mediocre que hace fetiche a la pasividad y que el poema muerda


hasta que las piedras griten

y se vuelvan armas

en la revolución del amor




Es que es el amor mismo una revolución tierna e insolente (como los grandes Tzántzicos). El amor es el ícono por donde el ser humano puede encontrarse. Es en la escritura que el amor encuentra su discurso icnonoclasta.


Conocí a Augusto Rodríguez en el festival de poesía joven Ileana Espinel Cedeño y para mi es un orgullo compartir estos poemas con usted amigo lector:


EN UN FUTURO LEJANO


En un futuro lejano

cercano

viviremos en el espacio

rodeado de extraterrestres

ninfas

arcángeles

dioses

y todo andará bien

mientras los humanos

paguen al día la renta



ARTE POÉTICA


Muérdele la silueta

clávale los dientes

desgárralo con tus uñas

arrójalo al abismo de los verbos

ahógalo en tu orilla

haz que llore en tu carne

escúpele al rostro

dale un puntapié en el hocico

una cachetada de aire

ahórcalo con tus cuerdas

márcalo como a una res

y condénalo para siempre

al infierno de las letras



CERO


Dicen que cuando estás

por la izquierda no vales nada

en cambio cuandos estás con los capitalistas

vales millones

eres redondo

a veces transparente

dentro de las matemáticas y de la historia

muy pocos saben

que sufres de soledad

domingo, 1 de mayo de 2011

EL SEÑOR DE LOS CUENTOS

Luego, de la triste noticia de la muerte de Ernesto Sábato retomo esta frase de este gran escritor: "Lo admirable es que el hombre siga luchando y creando belleza en medio de un mundo bárbaro", y es así, en medio de injusticias, olvidos, guerras por el poder económico que nace este libro: El Señor de los Cuentos, del amigo y escritor Fausto Ramos. Compañero de los talleres literarios de la Casa de la Cultura, que, con felicidad ha editado un hermoso libro, de unas 260 páginas, en la que 15 relatos nos demuestra la riqueza espiritual de un país.


Es por eso, que Casa de soledad invita al lanzamiento de esta obra, el día jueves 19 de mayo del 2011, a las 19H00, acto en la que intervendrá el escritor Fausto Ramos junto al poeta Diego Velasco Andrade en el aula Benjamín Carrión de la misma Casa de la Cultura. Así mismo, el libro estará en las librerías para su venta.


Felicito al amigo Fausto Ramos por esta gran publicación y suerte en sus proyectos literarios.