miércoles, 29 de mayo de 2013

Estrategias para descarriar a una mujer

Nuevo libro de poesía del poeta ecuatoriano, Cristian Avecillas,

Este es el nuevo libro que editorial Jaguar publica en Ecuador


 


Cristian Avecillas es un poeta, de los pocos en Ecuador, que trabaja su poesía consciente de ello, Cristian reconoce que el poeta es un ser humano por tanto, no tiene el mismo tiempo de vida que el poema; así su trabajo en los versos se van revitalizando en el proceso. Desde sus inicios: Todo lo que toco se convierte en Lidia, Ecce Homo, Todos los cadáveres soy yo, La identidad femenina; tránsito por la que se ha deslizado, desde una idea en tensionar a su yo, legitimizando al sujeto en el lenguaje, y que ese lenguaje mute en poesía: en silencio; habitando cuerpos ausentes, paradespués abandonar a sus divinidades, que los hombres sean polvo, continúen escribiendo sobre sus huesos. 

Avecillas, con su nueva entrega, Estrategias para descarriar a una mujer, logra comprender que la poesía debe ir más allá de lo común;por eso, el poeta ingresa con paso cierto logrando descubrir nuevos discursos, creaambientes donde la mujersea divinidad, constructo del verso femenino que no recae en decadencia de “poesía femenina” o “poesía erótica”; la voz de la mujer en el poeta no es propiedad de un género, ni siquiera de la academia que fragmenta las posibilidades del poema, es una poesía cierta. Tres actores determinan estas estrategias: el cuerpo de la mujer no es objeto de sexualidad sino descarrío constante; no seducida es amada. El hombre es un inventor del cuerpo: inmoviliza es silencio. El coro es deidad, en él recaen todos los futuros, pero también es trampa. 

Desde Aristóteles, el poeta entiende que el poema es posibilidad e inserta personajes que tienen categorías teatrales: la mujer, tragedia; el hombre, silencio; y el coro, drama; estos tres personajes dialogan, pero también incitan al lector a ser el cuarto personaje. Personajes que, siguiendo la voz del poeta profanan: “Aún crees en dios/ Porque nada sabes de poesía”, como queriendo descubrir esos cuerpos irreverentescontraponiéndose a lo sagrado; el ser humano no abandona a dios porque se considera mito, y es en este constructo que se crean atmósferas obscuras, varios ejemplos devienen: “la tarde es la pregunta que ya no se pregunta”; “el ocaso es anfitrión que te murmura”; resuellos, imágenes que van transitando la piel del otro, ineludible.



   


En la construcción poética de Cristian Avecillas senos presenta un escenario seguro, fuera de las perlitas o joyas de hacer antologías de los “panas poetas” para los “panas poetas”, que más llegan a ser comarcas insidiosas, al contrario en Estrategias,el espacio del escritor se vuelve irreal; Cristian se apega a una técnica experimental, riguroso en sí mismo, da pasos gigantescos a aquellos llamados “arriesgados”, su lectura es densa, lúdica; no es enajenante es giro, es catarsis, nos encontramos ante una escritura compleja, cuidado lector no difícil, es ritmo, que va desde el escenario hasta los sentidos del oyente. 

Arriesgado en presentarnos personajes-ideas, quienes ingresan en un combate de reconocimiento del otro, la alteridad. Un coro, un hombre y una mujer se dispersan en el transcurso del texto y logran tomar consciencia de su centro gravitativo en el poema: Dice el personaje mujer “Tengo vida: he oliscado./ Tengo cuerpo: me anticipo al arquetipo./ Tengo nombre: puedo maquinar”. Así se desata una constante resolución de inquietudes propias en el ser humano, misterios indescifrables que aquejan lal psiquis del poemario. 

Estos poemas hablan, se despliegan por sí solos, se deshumanizan, se humanizan, se vuelven silencio, pendulan en la fe de la palabra; no callan su visón del mundo. Son realistas, tiernos, amorosos, surrealistas. Vuelven al silencio: “Parece que en su labio se recuesta un moribundo/ Y es poema”, recalca el coro. 

Mientras releo a Cristian, no puedo dejar de sentir su lenguaje profano: la alegría es letanía, la rosa es demencia, lo pomposo es niebla; el canto del pájaro ovula, un ejemplo de lo dicho es el poema La Intuición I: “Tengo que salir a la intemperie,/ Al viento,/ Donde todo se consigue marchitándose;/ A través de las espinas y del tiempo, Como la flor alegre voy”… 

Algo que hay que destacar en este poemario es su estrategia; primero, la construcción del cuerpo femenino en ese juego amoroso tratando de encontrar un espacio de libertad en el erotismo ¿existe elúnico amor?... la mujer abre las puertas del día, y encuentra en un verso de Sabines la respuesta: “te abrazo para que madurez en paz”, quizá lo femenino está en esa intuición determinante, o en ese quizás del poema interminable, muy característico de los libros de Cristian. 

Triada que trabaja en la dualidad. Tú y yo, también ese quizás en donde los cuerpos se desdoblan. La muerte vida. La noche día. El mito logos. 

Cristian Avecillas con esta propuesta poética Estrategias para descarriar a una mujer nos devuelve al misterio de la escritura, a la locura del escribir consciente de la muerte, a esa profundidad de un acto creativo. Drama-poesía-existencia son desafíos constantes, una propuesta nueva de leer poesía.