Me gustan los libros viejos. Tocarlos. Sentir su tesitura. Emborracharme de su olor a papel añejado. Me gustan los libros viejos, porque son como putas hambrientas. Me atrapan entre sus piernas. En los libros viejos las palabras muerden. Someten. Aman. Recuerdan.
Así llegué a un libro pequeño, de la colección populares EVARISTO, editados por los años 90. Varios de ellos los he leído, entre los que destaco: Derrocamiento del Lector, del gran poeta e incesante animador de grupos culturales (Además fraterno amigo) Diego Velasco Andrade, también el libro: Y si yo pongo la calma?, de Pablo Salgado, o Póngase de una vez en desacuerdo, del poeta y catedrático Vicente Robalino (de los cuales hablaré en otra situacuón o en otra lectura). En lo que hoy quiero presentarlos es el libro: Enamorado de un fantasma, del poeta Edwin Madrid.
A decir verdad, el título no es atrayente, pero adentrándonos podemos dislumbrar un0 de los libros que ha sido trabajado con exhaustividad en el humor, en la cotidianidad, con un lenguaje severo, refrescante y sincero. No trata de quisquillarse en el lenguaje de poetas exquisitos que abundan en el país.
Este libro solo es un ejemplo de la labor de los talleres literarios, dirigidos por Miguel Donoso Pareja y que lo continúa, Diego Velasco, Edwin Madrid, Jorge Velasco Mackenzie, encontrar voces aisladas, voces que se encuentran en una onanición, en un silencio, en un oprobio. Qué puedo decir de Madrid, sino solo que una alegría leer estos versos, que a diferencia de Puertas Abiertas (el único que libro que pude leer de este escritor), encuentro sinceridad poética.
Así que dejemos las palabras y leamos un par de poemas de este libro:
COMO GATO PANZA ARRIBA
siete años sacando a esta señorita
tecléandole mis secretos
para guardarla nuevamente
quisiera emocionar otras historias
en los espejos de su cinta
sembrar un bosque de luces verdes
para huir del correr de la luna
y esconderme de las hojas blancas
acariciando mis huesos
estos ojos chiquitos
no perseguirán un amor joven
-escrito en el aire
siete años frente a una mesa
podría ser un récord
pero los días pasan
anhelando hacer un buen poema
y tenderse como gato panza arriba
sobre un tejado nuevo
POEMA BÍBLICO
mi hermano asegura
que cuando suba a los cielos
san pedro le dará con las puertas en la nariz
y no le quedará más remedio
que regresar a la tierra
esto funcionaría
aunque san pedro
ni se percatará cuando él
ingrese al paraíso
arrase con el árbol de manzanas
quiebre la vajilla irrompible de maría
se tome unas cervezas con los ojos apóstoles
-y salga por la puerta de atrás
antes de que eva
lo declare su huésped
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