lunes, 21 de junio de 2010

ENTREVISTA:

Johanna López Santos



El tiempo es un torturador que hace indiferente a las personas. Tuvimos que esperar casi un mes para poder concertar una cita con la poesía, Johanna con su trabajo en la arquitectura yo en el vagabundeo estudiantil. A ese tiempo teníamos que derribar, creo que lo logramos.

Miércoles por la noche: en un café de la Amazonas, la noche acuciaba un silencio extravagante, la gente caminaba rápidamente en busca de algo que no podía ver. Miré a mí alrededor y la vi, era Johanna, sentada en una silleta, en la esquina de la vereda. Saludamos, ingresamos hacia el interior del local, hacía calor.

Llegó el mesero, pedimos una güitig y un par de cafés, así dimos inicio a nuestra corta pero seductora conversación:


Comencemos desde el principio, ¿cómo Johanna se encuentra con la poesía?

En cualquier momento dado todos los seres humanos convivimos con la poesía, la mayor cantidad de gente escribe porque se enamora. Desde mi punto de vista existe una llama en el colegio que nos dice por qué no escribimos, así empezó mi encuentro con la palabra poética.

¿Qué te devela la poesía?

La poesía es un punto de fuga. Yo no podría estar sometida, como si lo está Isabel Allende por ejemplo, a escribir. Ellos necesitan escribir uno o dos libros al año para sobrevivir económicamente. Yo escribo sin obligarme.
La poesía es un punto de vivencia, un punto donde se puede hacer real todo lo irreal.

¿Qué significa para ti vivir de la poesía?

Yo vivo de mi poesía, claro no económicamente. El hecho de encontrar y conversar con gente desconocida es vivir de la poesía. En el taller de la Casa de la Cultura teníamos claro el panorama literario en el Ecuador, lo difícil que significa publicar un libro, sabíamos que todo debía hacerse por autogestión.
En el medio ecuatoriano existen escritores que viven de sus publicaciones, en cambio, yo vivo de mi poesía escribiéndola, concentrándome, sintiéndola.


Cuéntanos de la experiencia sobre los talleres de la casa de la cultura


Inicialmente, entre el 2000 y 2001, asistí a los talleres con el escritor Edwin Madrid, este taller me ayudó a romper esquemas, tenía apenas 20 años, era la más niña, fue un cambio esencial en mi vida, el modernismo había influido en mí.
Cinco años más tarde ingresé nuevamente a los talleres, los dirigía el poeta Diego Velasco, este proceso fue más interesante, no desmerezco el proceso de Edwin, pero no se obtuvo ningún producto literario, la gente se disipó. Con Diego, al contrario se obtuvo un espacio de creación. Tuvimos tres grupos y todos debíamos pasar por los tres géneros literarios: poesía, narrativa y dramaturgia. Así se generó híbridos literarios.

Al final se realizaron cuatro grupos: Babel, Ultimátum, cabezuela, y otro que nunca tuvo un nombre.

En torno a tu obra, en Certezas Híbridas involucras los tres géneros literarios: poesía, narrativa, dramaturgia, con eso te crees una poeta completa

El nombre de poeta y escritora solo son cánones, lo importante es proponer un sentido inusual de lo que se lee.
En los años 80, donde comenzaron los talleres literarios con Miguel Donoso, salieron muchos grupos literarios como el Matapiojo, la Pequeña Lulupa, ellos terminaron escribiendo igual. La diferencia con nuestro grupo es que compartimos así variamos propuestas.
Si aceptamos que existe una certeza en la sociedad se mata la posibilidad de que exista algo más. En mi libro, certezas híbridas, no existen certezas. La sociedad es híbrida, híbrida de cosas.

Si dices que no existen certezas, entonces quién es Johanna


risas) Lo más difícil es retratarnos. Soy una persona que busca atravesar espacios, soy una persona que busca crear.
En la arquitectura creo espacios desde una necesidad. En la literatura se crea espacios, pero estos no son necesarios.
El arte es creación y es un todo. La literatura después de mucho tiempo exige un género, por lo tanto busco eso, un nuevo género.



¿Qué hace diferente a tu grupo, cabezuela, con la propuesta que realizaron los tzánzicos?

Nosotros no queremos romper nada, ni devaluar trabajos literarios, queremos elaborar nuevas formas, yo no creo que haya originalidad en las cosas. Si ves una silla, por más que sea hermosa, tiene el mismo concepto.
Se debe presentar la obra, deconstruir expresando ideas nuevas. Los tzánzicos son un grupo importante, son más de 40 años de propuesta, el proceso está en generar una especie de movimiento, gente que esté viva. Si entre los ecuatorianos no nos damos las manos estamos en el acabose.

Si no existe la originalidad, ¿cómo crear?


Se crea desde nuestro punto de vista. Cada ser humano tiene su propio espacio. Si existe una columna cuadrada y nosotros miramos redonda estamos creando.
Nos han vendido un discurso donde nos hicieron creer que somos libres de escoger, es mentira si se rompen cánones somos extraños. Hay que romper proponiendo algo novedoso, más no original.


En tu obra juegas con parámetros, es un rompecabezas, ¿cómo influyó tu profesión, la arquitectura en tu poesía?


La arquitectura es un juego de espacios, un juego dual. Donde hay oscuridad el arquitecto pone luz y donde hay luz el arquitecto pone oscuridad.
En la literatura, si hacemos un retroceso hasta el modernismo, todas las artes fueron de la mano, si hablamos de pintura, arquitectura, de literatura, todos tienen un punto común, pero en las artes existió un punto de quiebre, que se refleja en la posmodernidad.

En la literatura no existe el constructivismo, en cambio en la arquitectura existe. Entonces, hay que retomar el hilo umbilical que nos hace percibir el espacio de una manera distinta.

Certezas híbridas es un proceso de taller, pero también habla mucho de mí.


(Esta entrevista aparece en la Revista Ojos de Perro Azul)



Johanna López Santos
(1979).Quiteña. Estudio en la Universidad Central del Ecuador, graduándose de arquitecta. Desde el 2005 integra los talleres de la CCE, dirigidos por Diego Velasco. Integra el Grupo de Creación Literaria "La Kbzuhela". Tiene publicados los siguientes títulos: Certezas Híbridas (2007), Sextigmas (2009). Su libro de poesía Nimo, recibió una mención de honor en el concurso Todo Poético de Argentina.

1 comentario:

  1. Linda entrevista a Johanna, Cristian, felicitaciones y saludos a la escritora... : )

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