domingo, 26 de febrero de 2012

LIBRO DE ALEXIS CUZME:

Con los dedos afilados apuñalo
desde la nada



1. EL POEMA ALLANADO





Quizá, Alexis Cuzme haya encontrado la verdad en su discurso poético, lo asevero temiendo una equivocación, con todo me atrevo. Esta afirmación lo realizo luego de una relectura de sus poemarios que anteceden a Rituales del Ego: Club de los premuertos y Bloody City, que valga este espacio que Alexis me ha concedido para recordar versos de estos poemarios:



“Nadie en esta esquina
Soportará el poder del amor,
Tolerará la intromisión
De un pelele sin ficha/
Ni aporte
A la causa
De la nada por la nada…”


Bloody City pp. 46



Como también,



“Inicio breves pasos,
El círculo ahonda,
Y entre tu voz
Tus palabras
Y la nada
Me atrapo en un limbo infuncional.”

Club de los premuertos pp. 26



Si bien, el personaje de estos poemas convierte la escritura en una búsqueda por comprender al ser humano, desde una nada, donde habita la cotidianidad: los sosiegos; el poeta, también convierte a esta escritura en un testigo de una realidad falsa, infuncional, carne molida, nos infiere un lenguaje directo, intimista, duro, pero a su vez tierno: “deambulan mis huesos/ perdidamente entre estos callejones…” (tu cuerpo es la barrera), de ahí que nace el Alexis Cuzme descriptor de su propia realidad, aquella que le seduce, que le violenta, y como una música que desgarra inicia Rituales del ego, con un tono reflexivo, desafiante:



“Soy la causa,
el motivo hiriente
de tu lucha,
el presente y futuro
de tus problemas,
el caos
la irracionalidad

[…]ante mí no puedes



Escritura que nace desde esa irreverencia juvenil, seducida por el rockandroll de los rolling stones, de los motley crue, o de aquellas silenciosas soledades donde mora la ciudad de dios, en Sodom. Discurso transgresor de las normas sociales, testimonio único y seductor de su propia revolución: “Brotamos en el centro de la manada,/ y no negamos repugnarlos”, manifiesta en el poema Indignos.

Pero esta poética que ha estado ligada a escritores como Raúl Arias en Quito, Pedro Gil en Manta, Jorge Martillo en el Manso Guayas, donde el tono contestatario, gótico, violento, empírico y crítico llegan a constituir procesos para la conciencia social. Versos que cuestionan paradigmas dominantes; en el poema Idolatría realiza una desestructuración de la mitología Judeocristiana, desenmascara, cuando apunta: “Qué te quedará/ cuando la estatua se resquebraje/ cuando la cruz niegue su forma/ cuando la estampa se calcine…”. La palabra en Alexis es ese ejercicio de blasfemar, decantar el asombro, desafiar.

2. Soy un dios:/ de mí/ en mí. LOS RITUALES DEL EGO

Clarice Lispector, en su obra La hora de la estrella, reflexiona sobre el papel de la escritura y del egocentrismo: “Pensar es un acto. Sentir es un hecho. Los dos juntos son yo que escribo lo que estoy escribiendo. Dios es el mundo…”. Saber que el ser humano es un ser simbólico, capaz de generar mundos mediante el diálogo y la razón, pero devenidos de un pasado cíclico:

“Callaré, seré una esponja:
voraz en retención,
burda en humedad.

Y confieso:
estropeaste la balada marinera
de mis recuerdos…”

(Egoísmo)


Y es esta capacidad simbólica que tiene el ser humano que promueve un ritual de negación a la cultura en la que habita. En el poema Castigo anuncia: ¿Qué mentira añorarás/ cuando en tu cápsula perfecta/ la carne de tu carne/ extraiga engendros sin bendecir?... de aquí nace el conflicto existencial en el lenguaje del poeta, que de apoco van generando un imaginario de resistencia, claro, ligado a los acordes del metal:

Después del primer abrigo seminal
creyó que podría cambiar,
que alucinaría con frases restauradoras,
que giraría hacia el umbral luminoso
de trajes intachables…
…666 veces lo discutimos
666 veces lo reafirmé.




Esta actitud que Alexis Cuzme asume en su discurso poético, antirretórico, de negación, se desarrolla en poemas de verso libre, alimentado de palabras fuertes y coloquiales, sin dejar de lado las imágenes lastimeras, propios de un ambiente oscuro: “Chilla, niña enferma,/ chilla por las horas de las horas/ chilla para que tus lamentos/ despierten de una vez a los vecinos espías”. Como se puede apreciar, en esta poesía no existe aliento fresco, no hay paz, solamente sismos que cuajan en corazones friccionados en desnudos clavos.

Varios son los temas que atraviesa con esa luz Alexis Cuzme el poema: Soledad. Angustia. Amor. Destino. Para el poeta las palabras son hormigas que se devoran en instantes, y en esa devoración arribamos al cuerpo del Ritual:

“Cada vez que aseguraste la palabra ajena
condenaste pómulos a la barbarie”

(Condena)

“Hace poco
se escuchó el último ruido de la búsqueda,
desde entonces
murmullos y oraciones
planean del otro lado de la roca…”

(Sin temor)

Son en estos versos en que Alexis Cuzme alcanza la rigurosidad en el poema, Alexis realista, Alexis crudo, Alexis filósofo. En estos poemas que son construidos a mano y corazón nos devela un oficio de rescatar lo oculto, lo magro. Poemas que pueden ser lanzados al viento para que se conviertan en peces.

Este Ritual del Ego, de Alexis Cuzme, es un poemario para ser leído en noches absurdas, en noches borrachas de lluvia. Es un poemario duro, sosegado, pero a su vez tierno. Recuerdo las palabras del poeta Cristian Avecillas (en un correo electrónico que me envió) para que un poema tenga validez debe existir fe, y Alexis señala: “Desgasté y aprendí el ritual,/ desde entonces mi fe es la venganza”. Aquí el contexto por donde discurre el discurso de Alexis, y este libro es un aviso de un poema profundo que abrazará las madrugadas tristes.

Kitu – Octubre 2011

POEMAS:



Continuidad

Aunque aniquiles
la última de mis copias,
debes saberlo: volveré.

Seré le réplica interminable
reforzada e hiriente
sombra perseguidora
miseria
lamento
y final.

Jamás me iré
la continuidad vociferará,
entonces
una bala
un puñal
una soga
serán tu ritual.

La última evasión.



Sin temor

Todos los golpes
están aquí:
burbujita de la realidad quebrada.

En ella,
pequeñas vocecitas escarban con esmero
ritmo
sincronía
esperanza.

Buscan el núcleo corroído,
la idea nauseabunda y propagada.

Hace poco
se escuchó el último ruido de la búsqueda,
desde entonces
murmullos y oraciones
planean del otro lado de la roca,
mientras, sonreímos,
adheridos a la idea raptora e impía
que nos volvió los objetivos.


Castigo

¿Qué mentira añorarás
cuando en tu cápsula perfecta
la carne de tu carne
extraiga engendros sin bendecir?

Cuando descalzos, ciegos y desmembrados
enrumbados hacia la nada de un ocaso
digan su nombre en un grito único.

¿Qué harás cuando alguien más
desde un estrado con lanzas ardientes
señale el hecho, su repetición y castigo;
cuando los nombres de tu sangre
corran con la culpabilidad a cuesta?

¿Qué harás con el perdón caduco
después de haber hinchado sus ojos
en busca de pureza?

Hipócrita ovejita lloriqueante
nada sobrevive al reproche natural.

1 comentario:

  1. È a primeira vez que tenho contato com a bela e jovem poesia equatoriana e você Alexis demonstra ter uma competência poética muito grande, pois és dono de belos versos. Um abraço de um amante da poesia, Edvaldo Albino- Salvador-Bahia-Brasil

    ResponderEliminar